21 de marzo: Celebrar “con orgullo” el Día Mundial del Síndrome de Down

Ana Berástegui, de Fe y Luz: "Poner en en valor todos los logros y capacidades y dar visibilidad en actividades cotidianas es clave para fomentar su inclusión"

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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Poner en en valor todos los logros y capacidades de las personas con discapacidad intelectual, reivindica su visibilización en actividades cotidianas de todos los ámbitos y anima a la sociedad a fomentar su inclusión social”. Este es uno de los retos que busca este 21 de marzo, cuando se celebra en todo el mundo una fecha clave para las organizaciones que trabajan en la inclusión de las personas con síndrome de Down.

De esta forma,

, doctora en Psicología y coordinadora en las

consiste en concienciar a la sociedad que son “personas de pleno derecho y sobre todo destacar su visibilizacion social. Hemos pasado de vivir casi escondidas o segregadas en espacios solo para ellos, a ir recuperando el espacio social y celebrar el orgullo de personas que viven su día a día haciendo valer sus capacidades y participando socialmente,

”.

Una comunidad de encuentro

Fe y luz es un movimiento de comunidades cristianas de encuentro que ponen en su centro a las personas con discapacidad intelectual, que, como todas las personas, “necesitan estar con otros, pertenecer a algo y ser acogidos. Dar a estas personas la oportunidad de relacionarse y participar, de ser escuchadas, comprendidas y acogidas hace emerger sus capacidades, sus virtudes y su alegría. Son comunidades de acogida e inclusión. La idea no es hacer unas comunidades para ellos sino con ellos, donde sus familias y amigos participan igualmente”.

De esta forma y con más motivo en la jornada en que se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, “se reivindica también el derecho al desarrollo espiritual, a vivirlo en plenitud, participando activamente”. Un momento idóneo en el que el Sínido abre las puertas a todos, “también a ellos, que pueden dar su opinión y explicar cuáles son sus retos y sus necesidades”. Berástegui ha destacado que esta participación busca también recuperar una Iglesia en la que sea más fácil participar, con un lenguaje más sencillo y accesible: “Hay que empezar por las rampas de la entrada hasta llegar a ocupar un lugar desde el que participar activamente”.

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Construir en la sociedad

Ana Berástegui es también directora de la Cátedra de Familia y Discapacidad: Fundación Repsol-Down Madrid, que nace con el objetivo “de investigar y promover la calidad de vida y bienestar de las personas con discapacidad intelectual, así como de sus familias, desde una perspectiva multiprofesional, innovadora, crítica y comprometida con la sociedad”.

La cátedra, que depende del Instituto Universitario de la Familia de la Universidad Pontificia Comillas, tiene como objetivo el desarrollo de actividades de formación, investigación e innovación de carácter científico en el ámbito de la discapacidad intelectual. “Es un espacio donde ahora ellos también tienen su hueco, manteniendo relaciones de colaboración e intercambio entre el mundo académico, profesional y asociativo. De esta forma se buscan actuaciones entre la comunidad académica y la fundación, desarrollando actuaciones específicas en el ámbito de la información y formación dirigidas también a las familias”.