Misa de Francisco en Atenas: «los desiertos del mundo hoy están sedientos de esperanza»
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
En el marco de la Santa Misa celebrada en el Magaron Concert Hallen Atenas, durante su viaje apostólico, el papa Francisco alentó a los fieles católicos de Grecia a no temer no temer a la pequeñez, «porque la cuestión no es ser pequeños o pocos, sino abrirse a Dios y a los demás», ni tampoco tener miedo de la aridez existencial de la vida, «porque Dios no la teme, y es allí donde viene a visitarnos y liberarnos en situaciones sin vía de escape». La clave está en confiar en Él y ponerlo en primer lugar.
La tarde del 5 de diciembre, segundo domingo de Adviento, el papa Francisco presidió la Santa Misa en el “Megaron Concert Hall” de Atenas, en el marco de su viaje apostólico a Grecia, tras haber visitado por la mañana a los migrantes y refugiados en la isla de Lesbos.
Reflexionando sobre la figura de San Juan Bautista que nos presenta el Evangelio de hoy, el Santo Padre destacó en su homilía dos aspectos: por un lado, el lugar donde se encuentra el profeta, es decir, el desierto; y por otro el contenido de su mensaje, la conversión:
En este sentido, el Pontífice profundizó sobre la paradoja del desierto ya que el Precursor «prepara la venida de Cristo en este lugar inaccesible e inhóspito, lleno de peligros», cuando en realidad, cuando uno quiere dar un anuncio importante, «normalmente va a lugares bonitos, donde hay mucha gente, donde hay visibilidad».
«Juan, en cambio, predicaba en el desierto –continuó explicando Francisco– en ese espacio vacío que se extiende hasta el horizonte y donde casi no hay vida, allí se revela la gloria del Señor. Este es otro mensaje reconfortante: Dios, hoy como entonces, dirige la mirada hacia donde dominan la tristeza y la soledad».
Y precisamente, esto podemos experimentarlo en nuestras propias vidas, ya que ? recordó el Papa– ya que Él llega hasta nosotros sobre todo en la hora de la prueba; nos visita en las situaciones difíciles, en nuestros vacíos que le dejan espacio, en nuestros desiertos existenciales
De ahí surge para Francisco una fuente de esperanza para los cristianos: «Predicando en el desierto, Juan nos asegura que el Señor viene a liberarnos y a devolvernos la vida justo en las situaciones que parecen irremediables, sin vía de escape», aseveró Francisco haciendo hincapié en que, no hay por tanto, lugar que Dios no quiera visitar.
Asimismo, el Pontífice alentó a los fieles católicos de Grecia a no temer el hecho de ser una minoría, de no temer a la pequeñez, «porque la cuestión no es ser pequeños o pocos, sino abrirse a Dios y a los demás. Y tampoco tengan miedo de la aridez, porque Dios no la teme, y es allí donde viene a visitarnos», puntualizó.
En cuanto al segundo aspecto propuesto por el Evangelio, la conversión, el Papa indicó que el Bautista la predicaba sin descanso y con vehemencia:
Por otro lado, ante la pregunta ¿qué quiere decir que nos debemos convertir?, Francisco subrayó la exhortación de Juan a la conversión, que nos invita a ir más allá de lo que nos dicen nuestros instintos y pensamientos, sin detenernos aquí, porque la realidad es más grande.
Es necesario fiarse de Él, porque Él es nuestro más allá, nuestra fuerza. Todo cambia si se le deja el primer lugar a Él. Eso es la conversión: al Señor le basta que dejemos nuestra puerta abierta para entrar y hacer maravillas, como le bastaron un desierto y las palabras de Juan para venir al mundo.
Pidamos la gracia de creer que con Dios las cosas cambian, que Él cura nuestros miedos, sana nuestras heridas, transforma los lugares áridos en manantiales de agua. Pidamos la gracia de la esperanza. Porque la esperanza reanima la fe y reaviva la caridad. Porque los desiertos del mundo hoy están sedientos de esperanza. Y mientras este encuentro nos renueva en la esperanza y en la alegría de Jesús, y yo gozo estando con ustedes, pidamos a nuestra Madre Santísima que nos ayude a ser, como ella, testigos de esperanza, sembradores de alegría a nuestro alrededor, no sólo cuando estamos contentos y estamos juntos, sino cada día, en los desiertos donde vivimos. Porque es allí que, con la gracia de Dios, nuestra vida está llamada a convertirse y a florecer.
(Ciudad del Vaticano, Vaticannews.va)
Escucha en directo COPE, la radio de los comunicadores mejor valorados. Si lo deseas puedes bajarte la aplicación de COPE para iOS( iPhone) y Android. La aplicación de COPE es el mejor canal para escuchar la radio en directo, pero es también un completo medio de información digital que cuenta las noticias cuando se están produciendo, que te alerta de lo que sucede mediante notificaciones en tu móvil.