El obispo Erik Varden, en EncuentroMadrid: “La amistad es un espíritu apropiado para crecer juntos”

José Luis Restán, presidente y director editorial de ABSIDE Media, ha participado este sábado en una conferencia en EncuentroMadrid con el monje cisterciense y obispo de Trondheim

El obispo Erik Varden, en EncuentroMadrid: “Tenemos impreso en nuestro ser la huella de Dios”

Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

José Luis Restán, presidente y director editorial de ABSIDE Media, ha participado este sábado en una conferencia en EncuentroMadrid, el evento cultural más frecuentado de la capital que celebra su vigésima edición en el Mirador de Cuatro Vientos. Lo ha hecho junto con Erik Varden, monje cisterciense y obispo de Trondheim (Noruega), en una charla que tenía como título “Una amistad que atraviesa fronteras y siglos” y donde se han abordado las principales sugerencias derivadas del lema de la presente edición “Una amistad que teje la historia”.

Varden nació en una familia de tradición protestante muy secularizada y, sin embargo, ha sido claro cuando ha afirmado que “tenemos por impreso en nuestro ser la huella de Dios […] la cuestión es que a veces perdemos los instrumentos conceptuales para expresarlo. Ese es el contexto en el que crecí y que ahora reconozco en el que vivo ahora, en Noruega, que no es tan diferente al que viví hace 30 años”.

La experiencia de la música y la literatura en la vida del obispo Varden

Su experiencia de la belleza a través de la música y la literatura abrieron en él numerosas preguntas: “El punto fundamental para mí no vino con una experiencia mística o devocional, sino a través de la música. Un amigo, que había estudiado música, me hizo descubrir a Gustav Mahler y la primera vez que compré unos cd, uno de ellos era la ‘Sinfonía de la Resurrección’. Escuchando esa obra me di cuenta de que despertaba algo dentro de mí. Tocó una herida que yo no sabía que estaba allí y me permitió darme cuenta de que alguna manera había algo dentro de mí que era más grande de yo mismo”.

“En aquel momento lo experimenté sencillamente como una vulnerabilidad tremenda y al mismo tiempo una forma de consolación y eso me puso en un camino para encontrar ese consuelo que descubrí poco a poco no era algo abstracto sino una realidad personal con un nombre y cada vez más con un rostro”, ha subrayado Varden.

ctv-x1l-prz 0489

"La amistad sigue siendo una categoría fundamental para mi vida"

Más tarde, el encuentro con el mundo monástico le condujo a la Iglesia católica: “La religión se me presentaba cuando tenía 16 años como una opción, pero cuanto más iba descubriendo lo que realmente era el cristianismo y su herencia cultural descubrí una realidad tremendamente rica y compleja”.

Desde su responsabilidad al frente de una comunidad pequeña, pero muy viva en una sociedad profundamente descristianizada como la escandinava, Varden ha dialogado con las preguntas e inquietudes de nuestro tiempo. Sobre el tema principal de EncuentroMadrid, la amistad, Varden ha subrayado que desde pequeño “he tenido la gran fortuna de tener buenos amigos y la amistad sigue siendo una categoría fundamental para mi vida y he descubierto que la gente que me ayudó en mi camino de la fe no han sido necesariamente gente que seguía mi mismo camino”.

ctv-kny-prz 0517

¿Cómo vivir la amistad en esta Iglesia llena de variedad de acentos?

Preguntado sobre cómo vivir la gran amistad de la Iglesia con su variedad de acentos, carismas y temperamentos y cómo salvar esa polarización que estamos viviendo en nuestra sociedad, Varden ha sido claro: “Creo que vosotros dais una respuesta muy creíble con esta Asamblea. El hecho de que vosotros estéis aquí, juntos, movidos por un espíritu de amistad, ya significa mucho. En términos de polarización, creo que es bastante obvio que ser católico y vivir en la Iglesia es sostener la tensión. Siempre habrá fuerzas gravitacionales que vayan en direcciones diferentes, pero la gracia del catolicismo es la capacidad de no dejar que esas tensiones rompan la unidad”.

“Obviamente, hay algunos principios fundamentales, pero tenemos que estar preparados para vivir con apertura e inteligencia y en el espíritu de amistad, vivir a través de estas tensiones con la esperanza de que haya ocasiones para crecer. Y si podemos evitar entregarnos demasiado al espíritu mundano, que nos invita a separarnos de la sociedad y de lo eclesial, para formar pequeños grupos, pequeños lugares de amistad exclusiva, si evitamos esa tentación, y nos enraizamos en la amistad más grande que es una realidad divina y trinitaria, entonces nuestro presente, nuestras tensiones e incluso conflictos, podrán permitirnos crecer y convertirnos en esa amplitud del corazón que es fundamental para la experiencia benedictina”, ha subrayado el obispo de Trondheim.