El obispo de Segorbe-Castellón invita este Martes Santo "a abrir nuestro corazón a Dios"

Casimiro López Llorente ha celebrado en la catedral la Misa Crismal coincidiendo con el 775 aniversario de la diócesis, que comienza este 12 de abril un año de jubileo

Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Este Martes Santo, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, ha agradecido a todos los diocesanos su participación en la apertura del Año Jubilar Diocesano que se ha celebrado en la catedral “Iglesia madre de todas las demás de la diócesis”. El obispo ha llamado a la evangelización, "para ser capaces de salir de nosotros mismos, porque solo abriendo nuestro corazón a Dios, lograremos la comunión con Él y su gracia para ser una Iglesia viva, santa y misionera".

Este 12 de abril se cumplen 775º años de la creación de la Sede Episcopal en Segorbe, concedida por medio de la Bula Pie Postulatio de Inocencio IV. Por ello, el obispo ha explicado que, pese a que habitualmente la Misa Crismal se celebra cada año el Lunes Santo, este año, «por la cercanía de la efeméride y por el significado de la Misa Crismal, se decidió unir ambas celebraciones». Así, esta mañana se ha celebrado la apertura de la Puerta Santa y la Santa Misa Crismal, durante la cual se consagra el santo Crisma y se bendicen los óleos de los catecúmenos y de los enfermos, que se usarán en los sacramentos del bautismo, de la confirmación y del orden sacerdotal.

Un tiempo, ha explicado refiriéndose al jubileo, donde se derramarán “gracias abundantes” para “impulsar nuestra conversión y purificación personal”.

Triduo Pascual

A lo largo de la homilía, el obispo ha valorado la importancia de la participación en los actos litúrgicos que se van a celebrar a partir del próximo Jueves Santo. Estos días previos, ha dicho, «nos llevan a la celebración del Triduo Pascual» que comenzará con la Misa vespertina del Jueves santo para rememorar la institución de la Eucaristía, para celebrar la «pasión y muerte del Señor el Viernes Santo, llegar al Sábado Santo en una jornada que lo es de silencio y oración hasta la celebración de la «Vigilia Pascual en la víspera de la Pascua de Resurrección».

Espiritu Santo, unción y envio

El Espíritu Santo, ha explicado, "que está en Jesus y que hoy desciende sobre el oleo perfumado para hacerlo sacramento de la plenitud de la vida cristina. Desciende de nuevo sonbre toda nuestra iglesia diocesana, es el espíritu de vida de cada bautizado". Sin Él, ha prosegudo, "no podríamos avanzar ni llegar a las periferias existenciales, a las que nos invita el Papa Francisco".

Por otro lado, Jesús es el ungido, "es el Hijo de Dios que está unido al Padre y al Espírutu. Pero también nosoros hemos sido consagrados como tempo de Espírutu Santo, estamos llamados a dejar que la fe exhale el perfume de una vida santa por el buen olor de las buenas obras. Todos estamos llamados a la santidad".

Por ñultimo, ha indicado, "nuestra Iglesia ha sido convocada para ir a la misión. El crisma nos recierda que todos estamos enviados como el para evangelizar, pidámosle al Señor que avive en nosotros nuestro deseo de ser discípulos, siempre juntos, como Iglesia del señor en mitad de los desafíos de nuestro mundo".

ctv-2kd-captura-de-pantalla-2022-04-12-a-las-114922

El mejor regalo

¿Estamos convencidos de que anunciar a Jesucristo es el mejor regalo que podemos hacerle a nuestros contemporaneos?, ha reguntado el prelado. "Con un testimonio unido, coherente, de amor entregado debemos ser capaces de mostrar ese encuentro con el Resucitado, dejemonos conducir por Él".

Antes de renovar las promesas junto al presbiterio, López Llorente se ha dirigido a los sacerdotes, "a quienes estas palabras resuenan de un modo especial". "Hoy nos pide el Señor que seamos ante todo servidores del Pueblo Santo de Dios, que nos sintamos ungidos para ungir, necesitan nuestro testimonio y apoyo. Estamos llamados a servir a la Iglesia diocesana para que sea santa desde la santidad de Dios".