El obispo de Vitoria lamenta el sufrimiento de los inmigrantes y espera que no repunte la xenofobia en Ceuta
El presidente de la Subcomisión Episcopal de Migraciones, Mons. Juan Carlos Elizalde, reclama una solución para el conflicto y lamenta que la UE no esté a la altura
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El obispo de Vitoria, Mons. Juan Carlos Elizalde, ha lamentado en declaraciones a Aleluya que sea la población más vulnerable, sobre todo los menores en situación de pobreza total, “quienes paguen el pato de una tensión política”. Así ha valorado el presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones a la crisis migratoria sin precedentes vivida en España.
Este lunes será recordado como el día en el que 6.000 marroquíes -1.500 habrían sido ya devueltos, según el Gobierno- accedían irregularmente a la ciudad autónoma bordeando los espigones marítimos del Tarajal y Benzú y poniendo en jaque a la diplomacia de ambos países. Como siempre hace, la Iglesia está con los débiles y así lo manifiesta Mons. Elizalde: “Estamos con los vulnerables y la gente que sufre en este momento. Cáritas tiene todos sus centros abiertos, y hay que agradecer también la intervención de la Guardia Civil. Hay también una población atemorizada como la ceutí. Esto tiene que solucionarse rápidamente”, reflexiona.
El presidente de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana de la CEE ha remarcado, sobre la deportación de inmigrantes a su país de origen, que España aboga por una “migración segura y regular, por lo que deportarles no es ningún atropello. Entre el año pasado y lo que llevamos de 2021 entraron por Ceuta 1.530 personas de forma irregular, y en un día han entrado varias veces más. La situación está pidiendo una intervención que lo solucione”.
Mons. Juan Carlos Elizalde ha precisado en Aleluya que está en permanente contacto con el obispo de Cádiz y Ceuta y los responsables de migraciones que trabajan por una solución a nivel internacional: “Se trata de una frontera donde la presión es tremenda”, subraya.
A juicio del obispo de Vitoria, ni Europa ni España están a la altura a la hora de abordar la inmigración ilegal y la llegada masiva de personas: “El Papa ya lo dice, es una vergüenza. Pone voz a lo que vemos todos. Tiene que haber una política que solucione esto. Es el momento de hacer una llamada a la voluntad política global y desenmascarar el tratamiento injusto de los que son más vulnerables”, reclama.
Ante los prejuicios y el auge de la xenofobia que esta llegada masiva de inmigrantes puede generar en la ciudad autónoma de Ceuta, presidente de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana de la CEE ha indicado que la Iglesia hace pedagogía a través de sus comunidades cristianas, poniendo en práctica lo expuesto por el Papa Francisco en su última encíclica, ‘Fratelli tutti’: “En el ADN del Evangelio está la fraternidad y la igualdad de derechos. Pero esta situación es tan terrible y se vulneran tantos derechos, que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Por eso surge la fobia y las reacciones desproporcionadas, porque las circunstancias están desbordadas. Las comunidades cristianas tienen esa sensibilidad de fondo, pero puede haber reacciones que no se correspondan con el pensamiento de un pueblo civilizado y cristiano”.