Omella lamenta "profundamente" el bombardeo a una Iglesia Ortodoxa en Gaza: "Se recupere la paz"
El cardenal ha subrayado que "centros sanitarios, religiosos y educativos son edificios con una especial protección": "Los civiles se desplazan allí buscando más seguridad"
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El cardenal Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, ha publicado en su cuenta personal de X un mensaje lamentando “profundamente” el bombardeo israelí a la Iglesia Ortodoxa en Gaza que ha causado al menos 18 víctimas.
“Los centros sanitarios, religiosos y educativos son edificios con una especial protección por el Derecho Internacional Humanitario. Los civiles se desplazan allí buscando más seguridad y por ello nunca deben ser atacados”, ha subrayado el arzobispo de Barcelona. El presidente de la CEE ha pedido a Dios “por el fin de la violencia y la recuperación de la paz”.
La condena de las Iglesias cristianas en Jerusalén
Los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén se han unido a la condena expresada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que llegó a la ciudad el pasado 19 de octubre tras la explosión del hospital anglicano de al-Ahli de Gaza. Además de condenar el bombardeo de la Iglesia ortodoxa de san Porfirio en Gaza, se han comprometido a dar cobijo a las personas sin hogar y han hecho un llamamiento a la comunidad internacional en favor de un alto al fuego humanitario.
La condena es tajante tras el ataque aéreo israelí contra la iglesia, con un balance de 18 muertos, entre ellos 9 niños, y el compromiso de no faltar “al deber sagrado y moral de ofrecer asistencia” y un llamamiento a la comunidad internacional para que “se protejan los lugares de refugio y se proclame un alto al fuego en ayuda de los cientos de miles de civiles desplazados en Gaza”.
Las explosiones en Gaza provocaron el derrumbamiento de dos salas de la Iglesia con alrededor de decenas de refugiados, entre ellos mujeres y niños que dormían allí. Este es, según la declaración, "el último caso de civiles inocentes heridos o muertos como consecuencia de ataques con cohetes contra otros refugios. Entre ellos se encuentran escuelas y hospitales donde la gente se refugió porque sus casas fueron demolidas durante la implacable campaña de bombardeos llevada a cabo contra zonas residenciales de Gaza durante las dos últimas semanas".
Los religiosos cristianos, "a pesar de la devastación", siguen comprometidos con su "deber sagrado y moral de ofrecer asistencia, apoyo y refugio a los civiles que acuden a nosotros en tan desesperada necesidad". Una misión cristiana que no se abandonará, "ni siquiera ante las implacables peticiones militares" de evacuar instituciones caritativas y lugares de culto, "porque literalmente no hay ningún otro lugar seguro al que puedan acudir estos inocentes".