La Pastoral del sordo recuerda las barreras que tienen que superar en este tiempo de pandemia

Más de 1.200 personas sordas y 52 personas sordo-ciegas están en contacto con la Pastoral del Sordo, que cuenta para esta labor con 160 agentes de pastoral. Del 21 al 27 de septiembre se celebra la Semana Internacional de las Personas Sordas con el lema, “Reafirmando los derechos humanos de las personas sordas”. Una iniciativa de la Federación Mundial del Sordo que se lanzó por primera vez en 1958 en Roma. Como parte de esta Semana, desde 2018, el 23 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Lengua de Signos, declarado por Naciones Unidas a propuesta de la Federación.

Esta semana promueve y crea conciencia sobre las cuestiones que las personas sordas enfrentan en su vida cotidiana. Una vida cotidiana en la que también tienen a su lado a la Iglesia.

¿Quiénes acompañan a las personas sordas en la Iglesia?

En la Pastoral del sordo participan como agentes de pastoral:

- Personas sordas: 45 seglares, 2 vida consagrada y 4 sacerdotes.

- Personas sordo-ciegas: 2 seglares

- Oyentes: 80 seglares, 7 vida consagrada, 3 seminaristas, y 17 sacerdotes.

Una labor en la que también cuentas con los intérpretes, que de manera voluntaria colaboran en esta Pastoral. El primer sacerdote sordo en España fue ordenado en 1967. Actualmente hay 4 sacerdotes sordos en las diócesis de Tenerife, Castellón, Santander y Huelva.

Este pasaje evangélico, “Los ciego ven, los sordos oyen y los pobres son evangelizados” (Lucas 7. 22), resume la motivación de la Pastoral del sordo: construir entre todos una Iglesia de inclusión en la que nos sintamos comunidad creyente sin barreras auditivas, de visión o comprensión; físicas, mentales o arquitectónicas. Para ellos, entre otras acciones, se fomenta la participación plena y efectiva de las personas sordas y sordociegas en la vida de la Iglesia.

Las mascarillas, una barrera

Desde la Pastoral del sordo recuerdan también que en este tiempo tan excepcional que estamos viviendo de la covid-19, la accesibilidad universal de toda persona también se ha visto afectada.

En el desarrollo de la pastoral ha sido necesario adaptarse y facilitar la comunicación, la celebración de la fe y la formación a la situación actual. Principalmente se enfrentan a la barrera que suponen las mascarilla, que dificulta contemplar la expresión facial en su totalidad para la comunicación en lengua de signos y el apoyo en la lectura labial que algunas personas necesitan para una mayor comprensión. También la distancia de seguridad en algunas ocasiones dificulta una mirada más cercana, y sobre todo la comunicación de contacto que necesitan las personas sordociegas.

Pastoral y catequesis para personas con discapacidad

La Conferencia Episcopal Española ha contado desde el año 1999 con el departamento de la Pastoral del sordo, integrado en la Comisión Episcopal de Pastoral. Ahora, tras la reforma de los estatutos y la estructura de la CEE, continua su andadura como departamento de Pastoral y Catequesis para personas con discapacidad, en la recién creada Comisión de evangelización, catequesis y catecumenado.