Pedro Cano, pintor: "La fe es una luz muy importante en mi vida"
Ecclesia se acerca esta semana a un gran artista murciano de nacimiento, natural de Blanca, pero universal por su vida y por su obra que expone en Casa de Vacas
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Ana Medina ofrece a Irene Pozo el testimonio de este artista que comenzó a pintar al óleo de forma autodidacta con sólo 11 años. Pedro Cano ha desarrollado desde siempre esa capacidad de crear a través del color, la forma… El año pasado le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que otorga el Ministerio de Cultura de España, pero posee también la de la Bienal de Artes Gráficas y de Pintura y Escultura de Florencia. Su vida le ha llevado a vivir en Roma, Nueva York y a viajar por América Latina, Siria, Turquía, Egipto. Uno de sus cuadros puede verse incluso en los Museos Vaticanos. Ahora expone en Madrid bajo el título "SIETE" una muestra que recorre de algún modo su trabajo con siete trípticos y un total de 21 obras.
Esta última muestra nace de una reacción ante una noticia que impacta al autor, relacionada con las personas obligadas a migrar, como él mismo cuenta en el programa: «Fue la llegada a Bari de un barco con 18.000 personas. Las fotos eran terribles y me hizo reflejarlo en varias obras. Aquello nos llamaba a un momento del mundo complicado y que luego se ha ido repitiendo. Me sigue golpeando mucho en el interior».
Una luz en la vida de fe
La pintura de Pedro Cano está marcada por la temática social. Esta exposición nació cuando el pintor cumplió 75 años. «Pensé articularla en torno a siete ideas. No hay gritos ahí sino un dolor contenido, que se transmite a través de las obras. Pero también está el interior de esa parte más personal y misteriosa. De cada tríptico he querido escribir una pequeña historia eso que ocurre en el cuadro, para que la persona entre más en la obra», explica. Y es que, junto al sufrimiento humano, Pedro Cano refleja también la solidaridad, la ternura, la ayuda mutua… El autor, que es creyente, vivió de forma importante en su vida la entrega a Juan Pablo II de un cuadro muy especial que le representa en un abrazo al cardenal Wysynski. «Es una luz importante en mi vida la fe. Esa historia es muy bonita, porque se la debo además a Paloma Gómez Borrero. Ella vio una exposición mía y me animó. Llevé el cuadro personalmente y el Papa me recibió y me regaló un rosario. Desde entonces está expuesto en el Vaticano».
Pedro Cano, pintor murciano, pero internacional, atraviesa el velo invisible que nos separa de la humanidad sufriente y a la vez llena de esperanza. Su exposición puede visitarse en Casa de Vacas (Madrid) hasta el 22 de octubre.