¿Por qué los sacerdotes llevan clériman o sótana?

La indumentaria del clero es muy reconocible. Sin embargo, no todos llevan siempre elementos distintivos como el clériman o la sótana. ¿Es obligatorio para ellos llevarlo?

¿Por qué los Sacerdotes llevan clergyman o sótana?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los alzacuellos o clériman y las sotanas hacen que identifiquemos fácilmente a los sacerdotes como representantes de Dios en la Tierra. Sin embargo, no siempre vemos a todos los sacerdotes llevarlos, ¿Son prendas obligatorias en su vestimenta diaria?. La norma que se establece en el derecho canónico indica que el hábito eclesiástico es obligatorio en circunstancias normales pero no siempre se cumple.

¿Por qué los Sacerdotes llevan clergyman o sótana?


La sencillez al vestir y la cruz, otro signos de identificación

El sentido que tienen es mostrar la consagración y la identidad de la persona que desempeña un ministerio público. El hecho de llevarlo se trata un signo de la consagración: cuando un sacerdote o religioso está en la calle, está predicando solamente con su presencia y exponiendo que es un discípulo de Jesucristo. Al igual que el anillo identifica al marido y a la mujer y simboliza su unión, el alzacuellos hace que identifiquemos la labor de los sacerdotes de forma inmediata.

Hay otros signos además del clériman, reveladores de la personalidad entregada al servicio pastoral y a la identificacíon con Cristo Pastor, como una cruz, la sencillez en el vestir, la discreción e incluso la pobreza en la manera de vestir y de vivir.

Además, los cardenales, obispos y sacerdotes que prestan servicio en la Curia Romana deberán acudir al trabajo con la vestimenta adecuada, sotana o traje negro o gris con alzacuellos blanco. Además, cuando se presentan ante el Papa todos han de llevar la sotana correspondiente al cargo. Fue en 2012 cuando el cardenal Bertone, sercetario del Estado Vaticano, emitió una circular en la que resaltaba “la importancia que el personal que presta servicio en el Vaticano vista de forma “adecuada”. Además, también se exponía que todo eclesiástico debe vestir “regularmente y con dignididad el hábito que le corresponde”.

Una anécdota que recuerda la importancia del hábito en los religiosos y sacerdotes es lo que le ocurrió a San Francisco de Asís y a su compañero Fray León un día de los que salieron a “predicar” a diferentes pueblos. Pasaron por los diferentes lugares sin decir palabra y cuando terminaron, Fray León le preguntó a San Francisco de Asís: ¿Cómo es que hoy no hemos predicado?, a lo que él le contestó: “¿Te parece poco lo que hemos predicado?, la gente ha visto nuestros hábitos de la santa pobreza”?. Este ejemplo es una muestra de la importancia de los hábitos en religiosos y sacerdotes y el efecto que causan en las personas solamente viéndolos.