Blázquez sobre la cumbre: "Sí a las víctimas y no al encubrimiento"
El presidente de la CEE ha explicado que el "sí" es extensivo a las familias y a la colaboración con el Estado
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, ha hecho este miércoles balance de la cumbre sobre la protección de menores celebrada la pasada semana en El Vaticano. "Hemos dicho 'no' a los abusadores y un 'sí' a las víctimas' y a sus familias", ha afirmado. Para el también arzobispo de Valladolid, la cercanía con las víctimas y el rechazo a los abusos han sido "una convicción desde el principio".
El "no" que ha pronunciado Blázquez como resumen del encuentro también ha sido "un no al silencio cómplice y un no al tratamiento inadecuado de las autoridades de la Iglesia sobre esta cuestión". Por otra parte, el "sí" a las víctimas se hace extensivo a sus familias y a la colaboración con las autoridades del Estado.
En la comparecencia conjunta con el el secretario general, Mons. Luis Argüello, tras la Comisión Permanente, Blázquez ha destacado la "valentía" del Papa Francisco para convocar esta cumbre. También, ha expresado la actitud de apertura en la que la Iglesia "para lo que se nos vaya pidiendo desde la Santa Sede para erradicar esta cuestión tan grave".
Se ha mostrado satisfecho porque, considera, que las líneas en las que ha trabajado la CEE han estado en una "sintonía similar" a las tratadas en El Vaticano. Ha recordado los protocolos que se poseen desde 2010 y la comunicación permanente con la Congregación para la Doctrina de la Fe, la máxima autoridad vaticana contra los abusos.
Medidas concretas: normas en sintonía con la Santa Sede
Los avances que se van a producir como consecuencia de la cumbre se van a traducir en normas. Este hecho resulta diferencial, ha explicado Blázquez, "porque las normas, si se quebrantan, se piden razones". En ese sentido, asume que los propios prelados son los destinatarios de estas directrices. Además, es consciente de que van a ser las normas "según las cuales los obispos podremos y debemos ser examinados en cómo las cumplimos".
Sobre posibles encuentros futuros con víctimas y asociaciones, se ha mostrado abierto a hacerlo. La razón reside en las palabras del Papa Francisco. "He recibido a bastantes víctimas desde hace tiempo. Uno se encuentra con víctimas que han encajado el sufrimiento que continúa sangrando, víctimas que están todavía irritadas. Es espejo de la irritación de Dios, como recordaba el Papa. Dios se hace garante de la salud y la personalidad de los niños y nosotros queremos ser reflejo evangélico de cuidado de los niños", ha explicado.
La valentía de las víctimas
Blázquez ha valorado positivamente la presencia de las víctimas en el encuentro en El Vaticano. En particular, ha recordado cómo "la narración de algunas de las víctimas es suscitadora de lágrimas". En ese sentido, ha valorado la "valentía" y el "atrevimiento" de muchas de ellas para hablar ante un aforo que contaba con cerca de 190 personas.
El purpurado ha subrayado el deseo de la Iglesia de acompañarlas, sabiendo que "la única forma de ir al encuentro de estas personas es hacerlo humildemente". Una de las lecciones que ha obtenido de la cumbre es para todos: "Con este tipo de acontecimientos, los que escuchamos también aprendemos mucho. La Iglesia, las instituciones y la humanidad entera tenemos que preocuparnos por los niños".