Se reconocen las “Virtudes Heroicas” del escolapio Pedro Díez Gil, cada vez más cerca de la beatificación

Falleció en 1983 en el Colegio de las Escuelas Pias de Zaragoza tras una vida entregada a los más pequeños, al estilo de San José de Calasanz

Redacción Religión

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Este sábado, 20 de mayo, el Papa Francisco ha reconocido las “Virtudes Heroicas” del escolapio P. Pedro Díez Gil, cada vez más cerca de la beatificación. Sacerdote y docente, falleció en 1983 en el Colegio de las Escuelas Pías de Zaragoza tras una vida entregada a los más pequeños, al estilo de San José de Calasanz.

El nuevo "siervo de Dios" nació el 14 de abril de 1913 en la localidad burgalesa de Pampliega. Formado por los escolapios primero en la escuela del beato Manuel Segura, mártir de la persecución religiosa en España, y después en la del beato Faustino Oteiza, Pedro de la Virgen del Carmen, sacerdote de la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, fue enviado al frente como capellán militar y permaneció allí hasta el final de la guerra.

Punto de referencia para sus alumnos

De regreso a Zaragoza vivió en profunda unión con el Señor, contemplado en la Eucaristía, desarrollando una intensa actividad en el colegio, visitando enfermos y confesando. Punto de referencia para sus alumnos, devoto de la Virgen María, fue un auténtico testigo del Evangelio.

Su compromiso con la enseñanza fue recompensado con una condecoración civil del Estado. En su juventud sufrió una úlcera de estómago que le causó la muerte en los años ochenta.

El camino hacia la santidad

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo. "Venerable Siervo de Dios" es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.