Un perro salva la vida de un militar y cuando se reencuentran la reacción del can deja a todos sin palabras

La actuación del perro fue providencial para salvar la vida de este soldado que lograron reencontrarse años después

Athos, Rostislav Bartoncik

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Después de siete años, Harvey Holt, un veterano militar americano, ha conseguido reunirse con el perro que le salvó la vida. Es la historia de Harvey que, antes de jubilarse, formó parte de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. La mascota es un pastor belga llamado Jackson. Ambos se conocieron en 2006 cuando trabajaron juntos en una misión en Irak.

Desde el segundo día de la misión, Holt comprendió lo importante que era la presencia de Jackson para su día a día y la de sus compañeros. "Era mi primera misión con Jackson, y tenía que ser una operación simple en una escuela a las afueras de Baqubah", cuenta Holt. “Entramos en la escuela en busca de armas y explosivos, pero finalmente la operación resultó ser más complicada de lo previsto. En solo cinco minutos, el perro había olfateado armas y materiales para construir bombas".

ctv-yew-harvey-holt

La misión que salvó la vida a Holt

Justo cuando estaban saliendo del colegio, Jackson se detuvo de repente. Harvey casi se tropezó con Holt, siendo en ese momento cuando el perro le salvó la vida. Frente a ellos les habían tendido una trampa con un mortero, que podría haber acabado con la vida del militar y el de otros tres compañeros. En más de una ocasión, el perro demostró su destreza y su valentía: mantuvo la calma en numerosos tiroteos, incluso cuando tuvo que esperar en un foso durante 16 horas junto a Holt a la llegada de las ayudas sanitarias.

"Ha sido un compañero extraordinario – dijo Harvey Holt -, y uno de los días más conmovedores de mi carrera militar en Irak. Tras la misión, fue cuando tuve que dejarlo allí. Cuando me fui, y vi a Jackson encerrado en su jaula, comencé a llorar durante más de una hora. Sabía que, muy probablemente, esa iba a ser la última vez que lo vería, y que Jackson tenía que crear un nuevo vínculo con su nuevo dueño". "Nunca lloré en Irak. No lloré cuando me fui a Irak. No lloré cuando vi a mi familia por primera vez ni a mis amigos cuando regresé de Iraq", confesaba el soldado.

Holt y Jackson formaron un increíble vínculo de amistad, lo que iba a dificultar aún más su separación. Cuando Holt se retiró de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, tuvo que dejar atrás a Jackson, que continuaba su carrera militar. Mientras, Holt tuvo que adaptarse a la vida como civil. "Tuve pesadillas desde el día en que regresé y dejé a Jackson en Irak. Me despertaba con ataques de pánico", comentó Holt en una entrevista a la cadena de televisión americana Fox Nation.

ctv-ope-cane-soldati

El reencuentro entre Harvey y Jackson

Finalmente, después de siete años de misiones por todo el mundo, Holt recibió la llamada que esperaba: Jackson estaba disponible para la adopción. "Al principio pensé que era una broma porque todos aquí sabían cuánto quería a Jackson y que hablaba siempre de él", cuenta Harvey Holt.

Ahora que también el perro ha terminado su misión y se abrió la oportunidad de adoptarlo, el militar retirado no dudó ni un segundo y sus amigos, que habían escuchado todas las historias de Holt sobre su camarada canina a lo largo de los años, empezaron a donar dinero para que Harvey Holt pudiera comprar un billete de avión para que Jackson pudiera ser recogido en Washington D.C. y finalmente traido a casa. La mascota aterrizó en Washington y luego fue llevado a Indiana, donde Holt reside en la actualidad. "Tenía muchas ganas de poderlo abrazar nuevamente – dijo Holt -, porque se ha formado un vínculo muy fuerte y eterno entre nosotros".

"El vínculo entre un perro que ha trabajado en las misiones militares y su soldado es eterno. Nunca iba a olvidarme de Jackson”, afirmaba un emocionado Holt.

Temas relacionados