Tres nuevos diáconos y un nuevo sacerdote en la diócesis de Huelva: “Tenemos que hablar de Dios”

El obispo de Huelva, Santiago Gómez, presidió el acto en el que confirió la ordenación sagrada con la imposición de sus manos y la Plegaria de bendición

Tres nuevos diáconos y un nuevo sacerdote en la diócesis de Huelva: “Tenemos que hablar de Dios”

Redacción Religión

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La Santa Iglesia Catedral de La Merced este sábado, la ordenación diaconal de José Manuel Romero Martín, Rafael Garrido Sánchez y Sergio Bastida Romero y la ordenación sacerdotal de Diego Pérez Diajara por imposición de manos del obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra. La ordenación sagrada se confiere por la imposición de las manos del obispo y la Plegaria de bendición. La entrega del evangeliario vincula al diácono con el anuncio vivo de la palabra de Dios y la unción de las manos y la entrega del pan y el vino al presbítero indican la facultad de éste para ofrecer el sacrificio eucarístico y para administrar los demás sacramentos.

En su homilía, el obispo de la diócesis de Huelva resaltó la lectura del Señor en textos “que nos dan claves para vosotros, hermanos, lo que estamos celebrando. Para darle gracias a Dios, que sigue suscitando en la Iglesia vocación, para seguir a Cristo y construir su cuerpo que es la Iglesia.”

“Tenemos que hablar de Dios”

El prelado añadió que “tenemos que hablar de Dios a los que no lo conocen, y muchas veces no muestran interés por ello, y sin embargo somos capaces de hablar de Dios a los gentiles de hoy, de nuestro mundo. También tenemos la pauta en la experiencia del profeta. No diciendo lo que el mundo quiere oír, tan secularizada y alejada de Dios, sino en la palabra de Dios entendida en la tradición de la Iglesia”.

“Proclamar el evangelio”

No evangelizamos mientras no proclamemos el nombre de Jesús. La vida, las obras, los milagros, la enseñanza, su muerte, su resurrección, su ascensión al cielo. Evangelizar es anunciar a Jesús pero es verdad que el evangelizador debe decir lo que dice Pedro: ‘Hemos comido y bebido con Él después de su resurrección’. Solamente con la experiencia del encuentro con Cristo resucitado es como podemos hablar del Señor y cómo podemos proclamar su Evangelio.”

“Salvación para con todos”

Por último, el obispo de la diócesis onubense afirmó que “el que quiera ser primero que se ponga el último de todos y el que quiera ser servido que se ponga en el lugar del que sirve porque así es como permanece Jesús en medio de nosotros. Muchas veces tenemos experiencias y tendremos experiencias en nuestra vida ministerial y en la sociedad en la que vivimos de que no somos relevantes, un sacerdote, un presbítero y un obispo. Muchas veces lo soportamos porque no tenemos más remedio pero, sin embargo, tenemos una ocasión única para configurarnos con Cristo, pobre y humilde, y ese es el lugar desde donde Él salva el mundo y ese es el lugar que nos señala a nosotros para realizar nuestro ministerio de salvación para con todos”.