Úbeda y Baeza inician una recogida de alimentos para salvar a los conventos mermados por la inflación

El encarecimiento de la vida como consecuencia de la inflación o la crisis energética obliga a la mayor parte de la ciudadanía a apretarse el cinturón, máxime ante los meses que se avecinan, los más fríos del año. Son miles las familias que miran con pánico las facturas que tendrán que afrontar si quieren conservar su hogar a temperatura ambiente. Otras, directamente no podrán ni encender la calefacción.

Un problema del que nadie es ajeno. Tampoco los conventos de clausura, que ven cómo la subida de los precios de la energía les impiden hacer frente a los costes de la luz o el gas. Y es que en muchos de estos monasterios, necesitan hacer uso de la electricidad y de sus hornos para elaborar la repostería o productos que posteriormente venden a los consumidores.

Por ello, son numerosas las iniciativas que se están llevando a cabo para contribuir a que estos conventos sean sostenibles económicamente. Es el caso de la diócesis de Jaén, donde el arciprestazgos de Úbeda y Baeza han organizado una recogida de alimentos básicos destinados a sus conventos de clausura, que se desarrollará del 28 al 30 de octubre.

La subida de los precios de luz y alimentos, han mermado la economía de estos espacios sagrados. Por este motivo, surgió la idea de unir a las parroquias con el apoyo de los arziprestes y sacerdotes, para intentar dar un respiro a sus monjas clarisas, agustinas y carmelitas de Baeza y de Úbeda.

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el proyecto presupuestario de 2023, que incorpora un récord de gasto social para hacer frente a la inflación, sobre todo en pensiones, pero también con medidas como la ampliación de la gratuidad del Cercanías o la extensión de la ayuda por hijos hasta los tres años. Una vez que el texto llegue al Congreso de los Diputados, en los próximos días, arrancará la negociación parlamentaria con las formaciones.