La voz de los pobres en el Sínodo: más de 500 personas demuestran que "tienen palabra propia en la Iglesia"

La parroquia barcelonesa de Santa Anna ha acogido la semana pasada el II Encuentro de las Iglesias Hospital de Campaña. La ciudad condal recibió a sacerdotes y laicos de todo el mundo comprometidos con una idea de iglesia abierta para todos. De esta manera, religiosos y laicos procedentes de Argentina, Paragüay, México, Lima, Jordania, Buenos Aires, Madrid, Manresa y Barcelona presentaron el contexto sobre el que han levantado su proyecto de iglesia abierta, cada uno según las necesidades del lugar.

Durante el encuentro se presentaron también los resultados del proyecto del Dicasterio Vaticano por el Servicio del Desarrollo Humano Integral, 'Hacer teología desde las periferias existenciales”, que dieron voz a 508 personas en situación de pobreza en más de 40 ciudades de todo el mundo.

La coordinadora del proyecto en Barcelona, la monja benedictina Teresa Forcades ha intervenido durante el acto de presentación junto al párroco de Santa Ana, Peio Sánchez y Victoria Molins, religiosa de la Compañía de Santa Teresa de Jesús. “Todos los entrevistados han afirmado que tienen un trato directo con Dios, que no a través de la Iglesia”, ha subrayado Victoria.

Eduard Sala, responsable de Acción Social de Cáritas Barcelona, ha destacado la relación personal que tienen los más pobres con un Dios que “les sostiene, que está presente siempre, que los acepta sin juicio alguno […] a menudo entran en iglesias donde buscan seguridad y donde saben que son aceptados como son, sin ser juzgados”.

Manuel Garrido ha sido una de las personas entrevistas por el equipo de Barcelona y también quiso decir unas palabras durante el acto: “Se trata de un proyecto muy importante […] si creo en Dios es por Jesús, a partir de Jesús, Dios representa y dice, por encima de todo hecho razonable”.

Durante el proyecto se trataba de entender cómo y qué escuchar y qué personan podían escuchar mejor y durante el trabajo de Teresa Forcades y su equipo se propusieron dos formas efectivas de escuchar. La primera fue através de entrevistas largas, donde la persona podía hablar libremente y el entrevistador tiene un abanico de preguntas cortas y directas que puede, o no, hacer y puede ordenarlas en el orden que quiera. Preguntas como: "¿quién es Dios?, ¿quién es Jesús?, ¿qué es la Biblia?, ¿qué es el pecado?, ¿qué es el hombre o la mujer?, ¿qué es el mal?, ¿qué querrías decirle al papa Francisco ?, ¿qué te gustaría que te preguntara el papa Francisco?" La segunda forma de escuchar sugerida fue la de los grupos de debate y discusión, centrados en los 10 temas acordados.

La experiencia de hablar con las personas que viven en la periferia ha revelado que "tienen palabra propia, lo que ocurre es que a menudo la sociedad no se la da".

Después de esta experiencia de escuchar la palabra de las personas que viven situaciones de pobreza, lo que se le pide a la teología es que se reflexione sobre estas palabras "lejos de desprestigiar lo que se ha escuchado”. Éste es el sentido de la elaboración teológica: "Que se elabore a partir de la experiencia, de lo vivido; se exige a la teología que tenga esta raíz, y no otra".

Desde el punto de vista del asesoramiento teológico y episcopal, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, acompañó todo el proyecto. El arzobispo recordó que, para el papa Francisco, el encuentro entre doctrina y pastoral no es opcional. "Es constitutiva de una teología que pretende ser eclesial, no podemos ignorar los sueños y preocupaciones del pueblo si queremos considerar el principio de encarnación", ha dicho.

Castillo se mostró preocupado por que en el momento de presentar el material recogido, todo se quede en "qué bonito, que precioso" y no se vea la envergadura de las entrevistas. Es por eso que cree necesario elaborar una buena aproximación teológica. "Debemos esforzarnos por hacer una síntesis que abarque las expresiones que los pobres nos han dado, y por elaborar, posteriormente, reflexiones teológicas."