Mons. Luis Argüello alerta que la 'corrección política' puede cercenar la libertad y fomentar la intolerancia
Son cada vez más los estudiosos que denuncian que la corrección política ha traído consigo una nueva forma de censura
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Son cada vez más quienes denuncian que la corrección política ha traído consigo una nueva forma de censura, algo así como un virus que decapita la libertad de expresión en muchos casos. Se trata de un fenómeno por el cual, un grupo social trata de imponer al resto de grupos sus propios criterios sobre qué términos son políticamente correctos, y por tanto deben ser usados para expresar las propias creencias ideológicas.
Un revisionismo de la historia, el cuestionamiento sobre el papel jugado por determinados personajes históricos, el surgimiento de nuevas sensibilidades, las reclamaciones de las minorías o el (mal) llamado 'lenguaje inclusivo', suponen un riesgo para la Democracia.
La cultura dominante en la actualidad busca reformular el canon cultural de Occidente, hasta el punto de poner en duda la cultura católica, ya que en ocasiones su mensaje puede parecer políticamente incorrecto.
Un mal que ha denunciado el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, quien a través de su cuenta de Twitter ha lamentado que la corrección política haya 'decretado' que “no es respetable la libertad que, a su juicio, está en contra de la libertad; no es tolerable la intolerancia que, según su opinión, esté en contra de la tolerancia. La libertad y tolerancia “correctas” pueden cancelar la libertad y ser intolerantes”, se puede leer en el tuit del obispo auxiliar de Valladolid.
Un asunto que preocupa a los católicos y a la Iglesia española. Tanto es así que, el pasado mes de noviembre, el Congreso de Católicos y Vida Pública celebrado en la Universidad CEU San Pablo, estaba dedicado a la corrección política y a las libertades que estaban en peligro.
Varias jornadas de trabajo y reflexión que giraron en torno a tres cuestiones que cercenaban esta libertad: la legislación educativa, el derecho antidiscriminatorio y el derecho penal del denominado discurso del odio. “La corrección política, que se presenta como instrumento de liberación de las minorías, puede ser un instrumento de opresión de libertades”, afirmaba el director del Congreso, Rafael Sánchez Saus.
Este cambio cultural se percibe todo lo que tiene que ver con la defensa de la vida frente al aborto o la eutanasia, esta última regularizada hace unos meses.
Otro ejemplo que ponía Rafael Sánchez Saus era el del matrimonio homosexual: “Hace solo unas décadas la sociedad hubiera visto con enorme perplejidad una ley semejante; sin embargo, en el momento en que se convirtió en ley se produjo una aceptación y hoy hasta el 70% de la población ve con plena normalidad esa forma de matrimonio”.