Omella defiende que el Sínodo propicia la “escucha respetuosa entre unos y otros” pese a las diferencias

El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha defendido que el proceso sinodal que vive la Iglesia está sirviendo de inspiración para que se dé una “escucha respetuosa entre unos y otros” pese a las diferencias que pudiese haber: “Compartimos la misma misión y participamos del mismo amor por el Señor, por la Iglesia y por el mundo. Constatamos que las tensiones vividas desde el amor y abordadas desde el Espíritu Santo son realmente transformadoras y generadoras de camino”.

En estos términos se ha expresado el cardenal Juan José Omella durante su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria que celebran los obispos en su sede, en la madrileña calle Añastro.

El también arzobispo de Barcelona ha defendido que el Papa Francisco ha convocado a toda la Iglesia en Sínodo con el lema 'Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión' con el fin de “descubrir el protagonismo del Espíritu Santo” que, a juicio de Omella, “es quien realmente guía a la Iglesia”.

En este sentido, el presidente del episcopado español ha recalcado que el Pontífice argentino puso en marcha el pasado 11 de enero un nuevo ciclo de catequesis orientado a la “pasión por la evangelización”, y que para el cardenal turolense se trata de “una dimensión vital para la Iglesia: la comunidad de los discípulos de Jesús de hecho nace apostólica, nace misionera”.

Para el cardenal, Francisco busca en el Pueblo de Dios despertar “el anhelo evangelizador” y hacerlo “con alegría”, y ha llamado tanto a los ministros ordenados como consagrados y lacios a “realizar esta misión”, cada uno “con su vocación particular y sus carismas”.

En su discurso, el presidente de la Conferencia Episcopal Española también reclama “comunión” en esta misión evangelizadora: “No puede haber comunión si no participamos juntos en la misión, ya que es la misión recibida de Jesucristo la que nos une”, ha subrayado.

Durante su intervención, el arzobispo de Barcelona también ha hecho hincapié en lo que ha denominado 'Primavera del Espíritu', por el que se percibe desde la Iglesia que los núcleos urbanos muestran un deseo de volver a Dios.

“Del mismo modo que la secularización se inició en el mundo urbano y ahora está afectando al mundo rural, descubrimos que el deseo de Dios está emergiendo en las ciudades y, con el tiempo, esperamos que llegue también al mundo rural. Creemos que estamos viviendo el inicio de una nueva primavera del Espíritu. Damos gracias a Dios por este don”, ha aseverado.