Así es Sor Miriam de Jesús, primera novicia que recibe en 20 años un monasterio de Murcia: "Nunca es tarde"
Procedente de una familia de profundas creencias cristianas, Miriam era abogada y entre sus planes estaba casarse y formar una familia
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El pasado domingo, 11 de abril, fue un día de alegría y gozo para el monasterio dominico de Santa Ana, ubicado en Murcia. Y es que iniciaba su noviciado Sor Miriam de Jesús, quien tomaba el hábito en una celebración presidida por el obispo auxiliar de Cartagena, Mons. Sebastián Chico.
No debería ser noticia que una mujer se prepare para formar parte de una orden o institución religiosa. Pero en este caso lo es, porque Sor Miriam de Jesús es la primera novicia en veinte años en este monasterio murciano.
Por ello, la comunidad se volcó con este acontecimiento. Las Madres que integran la Orden de Predicadores, fue un momento especial: “Estamos llenas de agradecimiento al Señor por regalárnosla y a ella por responder positivamente a la llamada", expresaba sor Isabel María, superiora de las Anas.
Sor Miriam de Jesús es el nombre de la nueva madre dominica de este centenario monasterio. Entusiasmada y con alegría, afirmaba, tras su toma de hábito, que se sentía “la mujer más feliz del mundo”, pues para ella era “un día muy esperado”. La nueva novicia aseguraba que, aunque “la espera se ha hecho larga”, había afianzado su “deseo de la entrega a Cristo”.
La familia de Sor Miriam, cuyos apellidos son Pérez López, proviene de una familia de profundas creencias cristianas. Una muestra de fe que mostraban cada día en el Camino Neocatecumenal. Dos de sus hermanos son sacerdotes, mientras que su madrina es Hermana de la Caridad, por lo que, con estos antecedentes, no es sorprendente pensar que Miriam podría seguir esos pasos.
No obstante, Sor Miriam ha tenido que cambiar radicalmente de vida para ser novicia. Y es que se dedicaba a la abogacía. Tras varias relaciones de noviazgo, aspiraba a casarse y formar una familia. Todo ha cambiado en los últimos tiempos: “Esas expectativas que yo tenía humanamente, el Señor las ha superado con creces. Es tanto lo que Él te llena, que el sí te sale solo”, asegura.
En un momento donde las vocaciones religiosas no pasan por su mejor momento, Sor Miriam de Jesús afirma que nunca es tarde, y anima a aquellas mujeres que reciben la llamada de Dios que no hagan oídos sordos: “Nunca es tarde. Si el Señor me esperó a mí pese a mi resistencia, no os cerréis a nada, nunca se sabe por dónde puede soplar, sea para lo que sea. ¡No tengáis miedo! Ni casada, ni soltera, ni virgen consagrada, ni moja de clausura…, lo importante es que el Señor te coloque, te ubique. Abriros a su voluntad porque merece la pena. El Señor nos quiere felices, no nos quiere siendo unos profundos amargados de la vida”.