Argüello afirma que la trata de personas es "una forma de esclavitud de estos tiempos que deja abiertas las llagas de Cristo en su cuerpo"
El Arzobispo de Valladolid aborda con urgencia en su segunda Carta Pastoral de marzo la trata de personas como "signo de nuestro tiempo", y llama a la acción y a la reflexión sobre la "dimensión social de la fe"
Madrid - Publicado el
4 min lectura
El Arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha emitido una contundente Carta Pastoral de la segunda quincena marzo 2025 titulada "Sembremos esperanza en la trata de personas, signo de nuestro tiempo", en la que realiza un profundo análisis de la trata de personas y su vinculación con la fe cristiana en el contexto de la Cuaresma y el Año Jubilar ‘Peregrinos de Esperanza’. Según Argüello, ambos periodos nos invitan a reflexionar sobre "la dimensión social de la fe".
En este sentido, recuerda que la Cuaresma, desde el Miércoles de Ceniza, nos invitó a la "limosna, entrega de nuestro tiempo, de nuestro dinero, de nuestro ser en favor de otros en nombre del Señor, como un ejercicio de misericordia", la cual debe ser "concretada en el ejercicio de las obras de misericordia".
La Dimensión Social del Año Jubilar
Argüello subraya la tradición del Año Jubilar, señalando que "ya desde sus orígenes, en el Antiguo Testamento, cuando Israel vivía un año sabático o jubilar, siempre la dimensión social estaba muy presente, ofreciendo la oportunidad de volver a comenzar con el reparto de tierras, de bienes, la condonación de deudas, etc." En el presente Año Jubilar ‘Peregrinos de Esperanza’, la Iglesia española propone una acción social específica dirigida a quienes sufren la tragedia de la trata y la explotación, mayoritariamente mujeres, aunque también con motivos de explotación laboral.
La Trata como "Forma de Esclavitud de Estos Tiempos"
La Iglesia española considera la trata de personas como "un verdadero signo de los tiempos". Argüello, citando al Papa Francisco, afirma que esta "forma de esclavitud de estos tiempos, deja, como nos dice el Papa Francisco, muy abiertas las llagas de Cristo en su cuerpo, en su cuerpo actual que es la Iglesia y de la humanidad llamada también a formar parte de este cuerpo de Cristo". Ante esta realidad, la Iglesia quiere ser "signo de esperanza".
Inmigración y Explotación Laboral: Un Vínculo Doloroso
La carta pastoral establece una conexión directa entre la trata y la inmigración, especialmente la ilegal, donde muchas personas son "engañadas con la promesa de poder encontrar aquí un trabajo fácil, una forma de ganarse la vida". Sin embargo, estas personas "experimentan que han caído en manos de una mafia, de una trama que explota sus vidas, que les impone condiciones que están muy cercanas a la esclavitud".
Por ello, "la trata nos pone en relación con el fenómeno de la inmigración en su conjunto, con la necesidad de abordar la situación de la irregularidad y las causas de las migraciones para tratar de buscar una solución en su origen". Además, la "trata de personas con motivos de explotación laboral nos habla de las reglas del juego de nuestra economía", evidenciando cómo se aprovechan las "situaciones de falta de papeles, de irregularidad a la hora de poder abordar la relación laboral" para una "forma de explotación en el campo del trabajo, en las relaciones laborales".
Sexualidad y Prostitución: Un Debate Pendiente
Otro aspecto crucial abordado por Argüello es la relación entre la trata, la prostitución y una "forma desordenada, viciosa de vivir la sexualidad". Tras la revolución de mayo de 1968, que propuso una "revolución sexual con diversos aterrizajes" y la expansión de "relaciones sexuales más libres", así como la apertura al divorcio y al aborto, se llegó a afirmar que las patologías sexuales desaparecerían. No obstante, la realidad actual muestra que "las problemáticas relacionadas con la sexualidad no han desaparecido. La pornografía ha crecido y la prostitución se ha extendido de una manera sorprendente, dando pie a la explotación de personas".
En este contexto, todo lo relacionado con la trata y la prostitución aparece como "un lugar donde se congregan diversas problemáticas de nuestra hora: la inmigración, las dificultades para encontrar trabajo, la situación de las propias condiciones laborales, la vivencia de la sexualidad y lo que está significando desvincular el sexo del amor y de la transmisión de la vida".
"Redimir a Cautivos": Una Obra de Misericordia Urgente
Ante este panorama, el Arzobispo propone "esta obra de misericordia, redimir a cautivos —a cautivas, en la mayor parte de los casos—" de la trama de la prostitución y la trata. Esta acción tiene la capacidad de hacernos reflexionar sobre la situación de los inmigrantes y el significado de la sexualidad. Argüello reconoce y agradece la labor de instituciones diocesanas como las hermanas Oblatas y Adoratrices, quienes llevan a cabo proyectos de acompañamiento, visitando a estas personas incluso "en la calle, en la carretera o en los pisos clandestinos donde se ejerce esta “tarea”", con la colaboración de Cáritas y otros voluntarios.
Llamado a la Misericordia y la Colaboración
En este Año Jubilar, el objetivo es ofrecer "la misericordia del Señor a todas las personas que están implicadas en este asunto: víctimas y explotadores, voluntarios y personas que expresan la solidaridad con la consagración de su propia vida". Se espera que "la misericordia del jubileo, que el ejercicio de la limosna nos pueda abrazar y convertir a todos". Esta propuesta busca hacer visible una realidad extendida en la sociedad e invitar a la colaboración voluntaria en esta y otras obras de misericordia de la diócesis.
Oración, Ayuno y Limosna: Pilares para Sembrar Esperanza
Finalmente, la carta pastoral realiza una invitación a la "oración y a la colaboración económica". Argüello recuerda que "la limosna ha de unirse siempre al ayuno y a la oración", y en esta obra de misericordia nos hace reflexionar sobre "qué tipo de ayunos de imágenes, de un uso ilegítimo de la sexualidad situada solo en el marco del placer, a costa, incluso, del sufrimiento de los demás". El mensaje concluye con un fuerte llamado a "sembrar esperanza en esta realidad, que es un signo de nuestra época".