La campaña que busca transformar vidas y crear conciencia sobre el aborto en España: “No están solas”

Este Miércoles de Ceniza marca el comienzo de una nueva iniciativa de '40 Días por la Vida', un movimiento dedicado a defender la vida del no nacido mediante el ayuno, la oración y una presencia pacífica frente a las clínicas de aborto. Alicia Gómez Monedero, la responsable de comunicación de la campaña, compartió en 'Ecclesia al día' de TRECE los detalles sobre esta movilización, que este año alcanza un número récord de 30 campañas activas en 27 ciudades a lo largo de España.

La estrategia central de la campaña se basa en turnos de una hora frente a los centros de aborto, donde los participantes oran y exhiben carteles con mensajes de apoyo, tales como "rezamos por ti, por tu bebé y no estás sola, podemos ayudarte". Gómez Monedero explica que "estamos simplemente delante del frente del centro de aborto a una distancia, y estamos con unos carteles en los que se puede leer rezamos por ti, por tu bebé y no estás sola, podemos ayudarte y vamos así completando los turnos durante todo el día".

El Impacto en las Madres y la Sociedad

El impacto de '40 Días por la Vida' se manifiesta de distintas formas, transformando las vidas de las madres que deciden no abortar, de individuos que trabajan en el sector y eligen cambiar de rumbo, y de los propios participantes que se vuelven más conscientes del problema del aborto. De acuerdo con Gómez Monedero, muchas mujeres llegan a los centros de aborto sin comprender lo que implica: "Muchas veces pensamos que van a abortar sabiendo lo que hacen y realmente muchas veces no saben lo que hacen". La ayuda que se ofrece es amplia, desde el acompañamiento a ecografías hasta el apoyo material, adaptándose a las necesidades individuales de cada mujer.

Y es que, la campaña no solo se enfoca en la asistencia material, sino también en el respaldo emocional y espiritual. "A veces con que les digas estamos aquí para ayudarte ya está. O sea, no les hace falta nada más", agrega Gómez Monedero.

Expansión y Conexión a Nivel Mundial

'40 Días por la Vida' se lleva a cabo dos veces al año, durante la Cuaresma y en otoño, y también cuenta con la iniciativa '40 Días por la Vida, 365', que promueve la oración diaria. La campaña mantiene una conexión internacional, como se pudo ver en un reciente congreso que reunió a participantes de Estados Unidos y otros países.

A pesar de los avances en la sensibilización sobre la defensa de la vida, persiste cierto temor a expresarse públicamente debido a lo "políticamente correcto". Elena, autora de la Revista Ecclesia, subraya que "la discusión a nivel social está perdida, yahora nuestra batalla está en la calle, el salir a pasear con tu hijo con una sonrisa. El testimonio me parece que es el arma más potente que tenemos ahora mismo para decir que merece la pena tener hijos".

El trabajo de estos voluntarios se considera un acto de valentía en un entorno donde se percibe un intento de silenciar las voces que defienden la vida. Alicia Gómez Monedero destaca que son "la presencia de Dios, somos la esperanza de esas mujeres que se ven abocadas por lo que sea a entrar en un centro de aborto pensando que no hay otra opción".

Historias de Esperanza

La campaña ha presenciado momentos muy emotivos, como el de un hombre cuya esposa estaba abortando y que encontró consuelo en la oración de los voluntarios. También se han dado casos de padres que han apoyado a sus parejas para que no aborten, lo que demuestra un cambio en la participación masculina. En Valladolid, "tuvimos dos vidas salvadas en las que fue el padre el que apoyó a la novia, en este caso, a no abortar, y así pues pico y pala gracias a él, bueno, pues ahora tienen a sus bebés", según se informa.

A pesar de que surgen situaciones desagradables, los voluntarios se mantienen firmes en su labor, sin responder a provocaciones ni amenazas. La experiencia también trae consigo momentos gratificantes, como los comentarios positivos de personas que apoyan su causa.

Del mismo modo, la campaña también ha impactado en las vidas de los trabajadores de los centros de aborto, algunos de los cuales han renunciado a sus puestos de trabajo después de tomar conciencia de las implicaciones de su trabajo. Gómez Monedero señala que "la persona que renuncia y que ha estado muy implicada en los abortos, luego necesita un proceso de sanación cuando es consciente de la cantidad de vidas que se ha llevado por delante".