El card. Osoro recuerda a Carmen Hernández, fundadora del Camino Neocatecumenal: "Damos gracias a Dios"
Con motivo del quinto aniversario de su muerte, el arzobispo de Madrid celebrará este lunes, 19 de julio, una Misa en su recuerdo en la catedral de la Almudena
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El card. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, ha querido recordar este lunes, 19 de julio, la figura de Carmen Hernández en el quinto aniversario de su muerte. “Damos gracias a Dios y oramos por Carmen Hernández en el aniversario de su muerte. Junto a Kiko Argüello fundó el Camino Neocatecumenal aquí en Madrid” ha escrito el arzobispo de Madrid en su cuenta personal de Twitter.
El cardenal ha añadido que, a través del Camino Neocatecumenal, “en todos los continentes, muchos se encuentran con Cristo y la Iglesia”.
Con motivo de esta efeméride, el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, celebrará una Misa en su recuerdo en la catedral de la Almudena, y que podrá seguirse en Youtube a partir de las 20h.
Su recuerdo sigue muy presente por su obra. Tanto es así que Hernández contará con su primera biografía oficial, impulsada por Kiko Argüello y gestionada por la Biblioteca de Autores Cristianos. Un documento que será un recopilatorio de su vida y de su vocación misionera.
El catedrático de filosofía moral Aquilino Cayela es el encargado de escribir la obra, para lo que ha tenido la oportunidad de indagar en los archivos privados de Carmen. Tras tres años de investigación, el texto ya abarca más de 400 páginas que recorren su trayectoria.
Carmen Hernández: una vida de testimonio misionero
Carmen nació en la localidad soriana de Ólvega, el 24 de noviembre de 1930. Estudió con la Compañía de María en Tudela, Navarra. Desde joven se siente llamada a ser misionera en la India, pero su padre le obliga a estudiar Química, carrera de la que se gradúa en 1954.
Tras un tiempo trabajando en la industria de su padre en Jaén, se marcha a Javier y entra en el instituto religioso de las Misioneras de Cristo Jesús. En 1960 realiza un año de preparación teológica en Londres para ser enviada en la India, pero la misión se ve limitada y, finalmente, no es posible, por lo que regresa a Barcelona.
En 1963 realiza un viaje a Tierra Santa. Tras un año de estancia vuelve a Madrid y comienza su labor en las barracas. Allí conoce a Kiko Argüello, de quien sería estrecha colaboradora durante los siguientes 50 años.
Carmen Hernández falleció el 19 de julio de 2016 en Madrid. El Papa Francisco, en una nota escrita con motivo de la muerte de la cofundadora del Camino Neocatecumenal, dió gracias "por el testimonio de esta mujer, animada por un sincero amor a la Iglesia, que ha gastado su vida en el anuncio de la Buena Noticia en cada lugar, también aquellos más alejados, no olvidando a las personas más marginadas”.
Apertura del proceso de canonización
Tal y como recoge el digital ‘Alfa y Omega’, al haber transcurrido ya cinco años desde su muerte, se pueden dar ya los primeros pasos iniciales para abrir su proceso de canonización, tal y como explica en el digital católico Carlos Metola, postulador de la fase diocesana de la causa. En este tiempo se han recogido los numerosos escritos personales de Carmen Hernández, “más de 16.000 páginas, unos 60 o 70 volúmenes”, dice Metola.
Se espera que esta noche también asista un gran número de personas, hasta el punto de que se ha instalado un streaming de la ceremonia en YouTube en la plaza de la Almudena. "Son muchos los que quieren venir a decir, aunque sea 'gracias' a Carmen por lo que, directa o indirectamente, hizo por sus vidas", dijo a Vatican News el postulador de la causa de canonización, Carlos Metola. "Para nosotros es un regalo de la Archidiócesis de Madrid vivir un momento así esta tarde".
En el dossier que se entregará a la Archidiócesis para la fase diocesana - que se irá enriqueciendo con otros materiales hasta entregarlo a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma - hay más de 16.000 documentos relativos a la vida y la espiritualidad de Carmen Hernandéz, y a su labor de evangelización iniciada junto a Argüello a finales de los años 60 entre gitanos, marginados y delincuentes de la periferia de Madrid, y luego continuada en todas partes del mundo: parroquias, campos de deporte, entre Obispos y jóvenes o en prestigiosas universidades.