El cardenal Omella reivindica el acto "de amor enorme y generoso" que implica ser donante de órganos

Este sábado, 27 de febrero, se celebra el Día Nacional del Transplante. Una efeméride que se conmemora con el objetivo de homenajear a las personas que cada año se animan a donar alguno de sus órganos para salvar vidas. Una decisión tan solidaria y llena de amor como arriesgada en algunos casos. Una asignatura, la de los transplantes, que España no solo aprueba con nota, sino que es de los primeros de la clase a nivel mundial, llegando a la cifa de 40 donantes por cada millón de personas.

En el año 2019, España alcanzó un máximo histórico en trasplante renal y pulmonar, así como en número de donantes cuya tasa se ha situado en los 48,9 donantes por millón de población, con un total de 2.301 donantes, un 2,7 por ciento más. Unas cifras que le sitúan a años luz de otros muchos países del mundo.

Una tendencia que, con motivo de la pandemia, se ha visto truncada en 2020. Según los informes realizados, en España la reducción de estas intervenciones ha sido menor de lo esperado, estimándose que se han visto reducidas en un 20%. Una realidad que, además, se espera poder subsanar a lo largo de este 2021.

El transplante de riñón es el que con más frecuencia se da en nuestro país, siendo el motivo por el que los pacientes que esperan beneficiarse de este gesto solidario de un donante anónimo han de esperar más tiempo. El tiempo medio de espera ronda el año y medio.

La Conferencia Episcopal Española no ha querido dejar pasar por alto este Día nacional del Transplante. Por ello, su presidente, el cardenal Juan José Omella, ha empleado su cuenta oficial de Twitter para reivindicar este bello gesto que implica donar un órgano a quienes lo necesitan.

“Ser donante de órganos es uno de los gestos más humanos y solidarios que existen. Un acto de amor enorme, generoso y desinteresado. Dar vida para salvar vidas”, ha manifestado en el tuit el Arzobispo de Barcelona.