El cardenal Semeraro destaca que las cofradías constituyen “el sistema inmunitario de la Iglesia” y ofrecen "valiosas catequesis"

El Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos en el Vaticano asegura en el marco del Congreso de Hermandades y Piedad Popular de Sevilla que las procesiones “nos retrotraen a la fuente de la vida de la Iglesia"

Semeraro

Redacción Religión

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El Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos en el Vaticano, el cardenal Marcello Semeraro, ha asegurado que las hermandades y cofradías constituyen “el sistema inmunitario de la Iglesia” cuando la institución eclesiástica “se vuelve demasiado ideológica, demasiado gnóstica o demasiado pelagiana”. Con esta cita del Papa Francisco ha comenzado su intervención en su ponencia 'Oración y liturgia en la propuesta de Santificación de las Hermandades' en el marco del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular que se celebra en Sevilla.

 

Semeraro ha opinado que una de las fortalezas de la piedad popular es que puede hacer frente a “la insignificancia social” de la Iglesia, poniendo como referencia celebraciones como las fiestas patronales, a la que asisten personas que “por lo general nunca van a la Iglesia y, sin embargo, vuelven al pueblo para la fiesta del santo patrono... En estos casos, la piedad popular puede constituir un verdadero altavoz de evangelización”, ha destacado.

El responsable vaticano para las Causas de los Santos ha indicado además que si estas celebraciones se realizan “con devoción y dignidad cristiana”, los ritos tradicionales pueden convertirse “en valiosas catequesis”.

Y es que a juicio del cardenal Semeraro, las procesiones eucarísticas “nos retrotraen a la fuente de la vida de la Iglesia; las imágenes de la Virgen nos anuncian la grandeza de la Madre del Señor y el poder de su maternal intercesión; las procesiones con imágenes de santos nos animan a seguir su ejemplo”.

El cardenal Semeraro recalca que la piedad popular debe ir conectada "con la vida litúrgica de la Iglesia”

Eso sí, Marcello Semeraro ha advertido del peligro de que la religiosidad popular caiga “en una vana sacralización de la propia cultura, con lo que podemos mostrar más fanatismo que auténtico fervor evangelizador”, pudiéndose evitar siempre que se tenga clara “la conexión de la piedad popular con la vida litúrgica de la Iglesia”.

“No valorar este vínculo es acreditar un culto externo y vacío. En la Iglesia, sin embargo, nunca es lícito promover un culto externo que no vaya acompañado al mismo tiempo de disposiciones internas que lo animen”, ha apostillado.

Por otro lado, el Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos en el Vaticano ha hecho hincapié en que, históricamente, el nacimiento de la mayor parte de las cofradías provienen de la misión caritativa de la Iglesia: “No hubo pobreza y sufrimiento humanos que no dieran origen a una cofradía. La caridad se manifiesta especialmente en los momentos difíciles de la vida: enfermedad, pobreza, viudedad, etc. A través de la obra de las Cofradías, la Iglesia ha mostrado y puede mostrar aún hoy que es la verdadera experta en humanidad, que en su rostro refleja el rostro de Cristo y la caridad del Evangelio”, ha comentado Semeraro en su alocución en Sevilla.