Comida, ropa y oración: Las parroquias de Valencia se transforman en centros de acogida para los afectados por la DANA

Las parroquias de Catarroja y Aldaia están distribuyendo alimentos, ropa y productos esenciales para los damnificados, se han convertido en puntos fundamentales en la organización de la ayuda a las víctimas

Victor Gutierrez

 

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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Las calles siguen llenas de barro, lodo, coches y todo lo que arrastró la corriente de lluvia que cayó hace una semana sobre Valencia. Las parroquias María, Madre de la Iglesia, de Catarroja y el templo de la Anunciación y de El Salvador y Nuestra Señora de la Salette, en Aldaia, se han convertido en puntos fundamentales en la organización de la ayuda a las víctimas. Estas parroquias se han transformado en puntos logísticos, y ofrecen alimentos, ropa y otros productos básicos a aquellos que han perdido todo debido a la DANA.

PARROQUIA DE CATARROJA

La parroquia de María, Madre de la Iglesia, en Catarroja, se ha habilitado como centro de distribución en coordinación con el Ayuntamiento de la localidad. Según el párroco, José Vicente Alberola, la transformación del templo en un centro de ayuda no fue tarea fácil, pero se hizo posible gracias al esfuerzo conjunto de todas las personas que han ido a ayudar: "voluntarios de diferentes parroquias, coordinados por la parroquia Santiago Apóstol de Valencia, limpiaron el templo y también coordinan la distribución”.

Además del trabajo en el templo, los voluntarios están desempeñando un rol crucial en la limpieza y el desescombro de viviendas en las zonas más afectadas. En particular, las áreas bajas de Catarroja, que han sufrido un daño devastador y que requieren una atención especial: "Las casas de la zona baja han quedado completamente arrasadas. Desde la parroquia hemos comenzado a coordinar esfuerzos para atender las necesidades más urgentes, especialmente de los mayores y de aquellos que necesitan medicación".

En la zona baja de Catarroja, las inundaciones han destruido viviendas y comercios: "Ahora mismo lo que más necesitamos son botas de agua y material de limpieza. Estamos tratando de sostener a la gente, proveyéndoles de lo más urgente", ha añadido Alberola, quien ha subrayado que la situación es especialmente grave para aquellos que no pueden salir de sus casas debido a la falta de recursos o movilidad.

Los esfuerzos de las parroquias no sólo se limitan a la ayuda material. El templo sigue siendo un espacio de oración y consuelo: "La imagen de la Virgen la hemos colocado fuera, en la puerta del templo, y muchas personas que vienen a pedir ayuda aprovechan para rezar". Como ha señalado José Vicente, el domingo pasado ambas parroquias celebraron la Eucaristía, en la que “participaron los voluntarios, gracias a los ornamentos traídos de parroquias de fuera porque aquí se ha perdido todo”.

Victor Gutierrez

 

parroquia de aldaia

La parroquia de Aldaia, también gravemente afectada por las inundaciones, ha sido otro de los puntos clave de apoyo a los damnificados. Su párroco, Francisco Furió, quien está a cargo de las parroquias de la Anunciación y El Salvador y Nuestra Señora de la Salette, ha descrito el panorama devastador que atraviesa la localidad: "El pueblo de Aldaia está arrasado, todas las plantas bajas destrozadas, no sólo las viviendas, también los negocios, los edificios públicos, cientos de puestos de trabajo”.

Aunque la solidaridad de la comunidad ha sido ejemplar, el párroco ha advertido de que el verdadero desafío está por venir: "Agradecemos las donaciones de alimentos y ropa, que son muy necesarias en este momento, pero el problema real llegará cuando las personas que lo han perdido todo necesiten lo básico para seguir adelante, como electrodomésticos, neveras, o incluso utensilios de cocina. Yo sé que la gente es un poco reacia a dar dinero, pero al final cuando vamos a necesitar dinero es cuando ya nadie se acuerde de nosotros”.

Furió también ha expresado su profundo agradecimiento a los miles de voluntarios que han estado trabajando incansablemente desde el fin de semana, limpiando casas y vaciando el barro acumulado: "Gracias a los voluntarios hemos podido comenzar a limpiar las viviendas. La situación ha sido muy difícil, pero gracias a ellos, hemos podido dar un paso importante".

El párroco de Aldaia ha destacado también la visita de monseñor Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, que el pasado sábado recorrió la zona afectada y transmitió su apoyo a las parroquias y a las religiosas Hermanas de la Cruz, cuya residencia de ancianos también sufrió graves daños: "Nos transmitió todo su apoyo y, aunque moverse por aquí es muy complicado, pudo visitar la parroquia de la Anunciación y a las religiosas Hermanas de la Cruz".

Victor Gutierrez

 

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