Con estas medidas restrictivas ha logrado el contagio cero por COVID-19 esta residencia de ancianos de Murcia
Las residencias de mayores están siendo uno de los principales focos de contagio por coronavirus en nuestro país
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Las residencias de mayores están siendo uno de los principales focos de contagio por coronavirus en nuestro país. Se estima que unos 14.000 ancianos han fallecido en estas instalaciones con motivo del COVID-19. La falta de previsión y la inesperada magnitud que adquirió con el paso de los días esta crisis sanitaria, ha hecho que se tardara en reaccionar desde las administraciones y las propias residencias.
Sin embargo, ha habido excepciones y hubo centros residenciales que veían venir la expansión del virus, y las consecuencias que podría acarrear entre sus residentes. Es el caso de la residencia diocesana Hogar de Betania, ubicada en la localidad murciana de Cartagena, que desde antes de mediados de marzo, cuando el Gobierno de España decretó el Estado de Alarma, activó un protocolo muy restrictivo para cerrar a cal y canto las instalaciones. Un plan que a día de hoy ha dado sus frutos, ya que no se ha registrado ningún contagio (toquemos madera).
El director de la residencia diocesana, Alfonso Martínez, ha explicado en COPE.es que desde el 12 de marzo, no se admitió la visita de los familiares: "Hemos tomado decisiones a tiempo y se ven los frutos. Incluso antes de que nos fueran mandando los protocolos, aplicamos el sentido común para adelantarnos. De alguna manera nos pusimos en pre-aviso y pusimos los medios de prevención que luego se fueron confirmando desde los estamentos públicos", explica Martínez.
Tras el Estado de Alarma, la residencia reforzó la prevención
Una vez decretado el Estado de Alarma, Hogar de Betania reforzó las medidas, reduciendo de manera progresiva los espacios comunes en el interior o eliminando algunas rotaciones entre los trabajadores del centro: "Así logramos una menor presencia de personal en la residencia, pero sin que se viese trastocada la atención. Luego ya anulamos totalmente estos espacios comunes, pasando al confinamiento de los mayores en sus habitaciones".
Medidas que, como afirma el director, implicaba un trabajo extra y la contratación de más personal: "El esfuerzo de los trabajadores está siendo fundamental. Algunos han pasado de hacer turnos de ocho horas a catorce. La reacción ha sido positiva. Y por supuesto los ancianos que, al igual que los niños, han tenido una actitud muy buena".
Además, la dirección de la residencia se las ingenió para disponer cuanto antes de todo el material preventivo necesario para afrontar la pandemia. En un primer momento se hicieron con las mascarillas, no sin esfuerzo y a un precio bastante elevado: "Pese a que las encargamos días antes de que se tomaran medidas más restrictivas, las conseguimos a elevado coste. Luego nos hicimos con batas, gafas, pantallas, manguitos, delantales de plástico... Es decir, un conjunto completo que hace que los auxiliares parezcan astronautas, pero tenemos que ser conscientes de que somos un riesgo para los ancianos, y no al revés".
Un material que por cierto, apunta Martínez, no ha contribuido a financiar las entidades públicas: "El grueso del material de prevención lo hemos adquirido de los fondos de la residencia", reivindica.
Así compensan el aislamiento de los residentes
No obstante, los miedos y la incertidumbre también han estado muy presentes en la residencia murciana, ya que antes de conocerse la magnitud de la crisis, el trasiego marcaba la rutina: "En un día a día de las residencias entra y sale mucha gente, entre familiares, proveedores, comerciales, auxiliares... Teníamos miedo que se generara una telaraña y generar una pandemia en la propia residencia", precisa Alfonso Martínez.
Ante la imposibilidad de que los residentes reciban las visitas de sus familiares, la dirección del Hogar de Betania se puso a disposición de las familias su teléfono de móvil para realizar videollamadas por WhatsApp: "Cuando se puede hacen llamadas con ellos, les envían fotos o vídeos... Fue muy bien acogido por las familias. Algunos ancianos se preguntaban qué hacían sus familiares dentro del aparato", comenta entre risas el director.