ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO A LA SAGRADA FAMILIA:
JESÚS, María y José,
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos. Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas. Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica. Amén.
24 de diciembre, la Nochebuena
La familia se reúne ante el pesebre que se ha construido en un lugar de la casa.
— Uno de los miembros de la familia lee la Palabra de Dios (Gál 4, 4-5):
«Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción filial».
— El más pequeño de la casa coloca la imagen del Niño Jesús en el pesebre mientras se canta un villancico (Dime, Niño, El tamborilero, Noche de paz…).
— Después de colocar al Niño Jesús en el nacimiento todos se sitúan en torno a la mesa y, encendiendo un cirio blanco, que simboliza a Jesús en medio de nosotros, uno de los miembros de la familia dirá esta bendición
Dios Padre, tú has amado tanto a los hombres que nos enviaste a tu único Hijo para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti, derrama tu bendición sobre estos alimentos y también sobre los miembros de este hogar, para que así como ahora acogemos gozosos a tu Hijo hecho niño en Belén, lo recibamos también confiados cuando venga al fin de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
31 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia
— Uno de los miembros de la familia lee la Palabra de Dios (Dt 5, 16):
«Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días y te vaya bien en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar» .
— Los miembros de la familia hacen unas peticiones:
Por la Iglesia, que es la familia de los hijos de Dios, para que caminemos juntos, escuchando la voz del Espíritu Santo. Te lo pedimos, Señor.
Por las familias que viven la pobreza, por las que sufren la enfermedad, por las que están fuera de su patria, para que experimenten el amor de Dios a través de nuestra caridad. Te lo pedimos, Señor.
Por los que formamos parte de esta familia (se pueden decir los nombres) para que acojamos el plan de Dios para nosotros y crezcamos en el amor. Te lo pedimos, Señor.
— Delante del belén, se puede cantar un villancico (A Belén pastores, Ay del Chiquirritín…).
1 de enero, Santa María, Madre de Dios
— Durante este día se puede fijar el momento para, delante de la imagen de la Virgen María, rezar un misterio del rosario.
Misterio: el nacimiento del Niño Jesús.
Intención: «Queremos ofrecer este misterio para pedir la paz en el mundo y por todas las familias para que, en este año que acabamos de comenzar, siguiendo el modelo de María y José, acojamos al Niño en nuestras familias».
Padrenuestro.
Dios te salve, María (diez veces).
Gloria al Padre.
— Se puede terminar con un canto a la Virgen María.
6 de enero, Epifanía del Señor
La familia se reúne ante el pesebre que se ha construido en un lugar digno de la casa.
— Quien proclama el Evangelio dice:
Escuchemos el santo Evangelio según san Mateo: (Mt 2, 9-11)
«De pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra».
— Un niño dice la siguiente oración:
Jesús, amigo y hermano nuestro. Estamos muy contentos hoy. Los reyes nos han traído muchas cosas y queremos darte las gracias porque todo lo bueno procede de ti. Te queremos pedir también por los niños que sufren y pasan más necesidad, para que reciban hoy tu bendición. A ellos y a nosotros enséñanos a ser siempre buenos. Que seamos obedientes con nuestros padres, que te amemos a ti y a nuestra familia cada día más y podamos darte la alegría de ser cada día mejores. Amén.
— Delante del belén se puede terminar cantando un villancico (Campana sobre campana, Ya vienen los reyes, Noche de paz…).