La covid-19 obliga a una Primera Comunión más íntima y auténtica
En España harán la Primera Comunión unos 240.000 niños este año y COPE te cuenta la experiencia que supone para ellos celebrarla con protocolo covid
Madrid - Publicado el - Actualizado
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José y Paula harán su Primera Comunión el próximo 15 de mayo y Pablo el 29 del mismo mes. Los tres nos cuentan en COPE que viven en Toledo y tendrán que seguir las mismas restricciones COVID que en toda España, tanto en la ceremonia religiosa en el interior de los templos como en el banquete que solemos añadir los padres en esta celebración.
Los pequeños tienen entre ocho y nueve años y cursan 3º o 4º de Primaria. No obstante, también hay algunos niños que recibe el sacramento de la Eucaristía a los diez años por primera vez.
Paula reconoce en COPE que “estoy muy nerviosa porque voy a hacer mi Comunión. Va a venir poca gente, pero sé que va a molar mogollón. Y, aunque podría venir más gente, me lo voy a pasar genial”.
Es uno de los 240.000 niños que harán la Comunión este año en España y que han contado con la ayuda de los más de 100.000 catequistas con que cuenta la Iglesia, según datos facilitados por la Conferencia Episcopal, https://www.conferenciaepiscopal.es/ y que suponen una tradición que se mantiene en el tiempo, a diferencia de las bodas que se han reducido más de un 20% en el último año.
Como es lógico, la celebración de las comuniones ha seguido el ritmo que marcaba el descenso de la natalidad y, si en 1990 se celebraron más de 400.000 primeras comuniones, en 2004 bajaron a 271.000 y en el último lustro se han mantenido entorno a las 240.000.
Padres, hermanos y abuelos
El padre Paco (Francisco Javier Arias) es el párroco de la iglesia de Santa María de los Ángeles, https://www.parroquiadelbercial.es/ en Getafe, y nos explica en COPE que “las novedades de la celebración de la Primera Comunión este año es que permiten también a los abuelos que asistan a la ceremonia religiosa. El año pasado tuvimos que aplazar las comuniones a septiembre y, como la incidencia de la pandemia volvía a ser alta, solo podían acompañar a los niños sus padres y hermanos”.
José es uno de los niños más comprensivo con los que hemos hablado en COPE y nos dice que entiende “que no pueda asistir mucha gente por el COVID”, aunque tiene clavada una espinita que quiere que sus padres o el párroco de su iglesia puedan solucionar, porque dice que espera “que venga mi tío que no vive en Toledo”.
El protocolo COVID del Ministerio de Sanidad
https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov/documentos/COVID19_Recomendaciones_eventos_masivos.pdf obliga a un aforo limitado a padres, hermanos y abuelos, además de la desinfección de bancos, gel hidroalcóholico, mascarilla en todo momento y distancia de seguridad. Habrá Primeras Comuniones hasta junio para poder espacial las celebraciones en el tiempo, pero lo más importante, nos dice el párroco de Santa María de los Ángeles en Getafe, es que están aprovechando estas restricciones para estar más concentrados en el verdadero sentido del sacramento de la eucaristía, porque “es la primera vez que participan en el sacramento de la Eucaristía y reciben el cuerpo y sangre de Jesucristo”.
Todo esto porque existen restricciones en los lugares de culto con respecto al aforo, que se establece entre el 50% y el 75% dependiendo de la incidencia que se registre en cada Comunidad Autónoma o incluso en cada localidad. Además, es obligatorio en todo momento el uso de la mascarilla y se debe utilizar también el gel hidroalcohólico que hay a la entrada de los templos para limpiarse las manos.
Las comuniones en las parroquias se celebran además en grupos reducidos y eso hará que algunas se tengan que llevar a cabo en el mes de junio. A esto hay que añadir que algunos familiares de los niños que han celebrado su Comunión a finales de abril y principios de mayo han tenido problemas para asistir por culpa de los cierres perimetrales entre comunidades.
Menos jolgorio y más celebración
La Primera Comunión es una celebración religiosa y es necesario que el niño esté bautizado para poder realizarla. Además, debe haber cursado catequesis (el curso preparatorio) y también que haya confesado los pecados ante el sacerdote antes de recibir el cuerpo de Cristo (el trozo de pan con forma circular que se conoce como hostia y que simboliza el cuerpo de Jesucristo después de ser bendecido).
Por eso, el padre Paco reconoce en COPE que “estamos viendo que los niños viven ahora la ceremonia más centrados. Es una celebración sencilla pero muy rica en ese sentido e incluso lo viven mejor los padres y abuelos ahora que hemos tenido que evitar el follón de la fiesta que muchas veces se monta, teniendo que mandar callar a los invitados. Por eso, los niños se dan cuenta este año de lo qué es la celebración de la Eucaristía”.
Sin embargo, hace años que las familias han añadido un banquete posterior al sacramento de la Primera Comunión. En muchos casos se ha convertido en una costumbre y un evento familiar similar a una boda o a un bautizo, aunque este año se ve reducido a un pequeño banquete. https://www.comunidad.madrid/servicios/consumo/bodas-otras-celebraciones-covid-19-derechos
La “norma general” es que se celebren con un aforo que puede variar entre el 30 y el 75% dependiendo de si el restaurante en el que lo celebremos es un espacio abierto o un recinto cerrado. Además, depende decisivamente de las restricciones COVID de cada comunidad. Lo que sí será obligatorio es el uso de la mascarilla cuando no se esté comiendo o bebiendo y generalmente se limita el número de invitados por mesa en un máximo de entre 4 y 6 personas, dependiendo de nuevo de lo que se haya establecido en función de las medidas adoptadas por cada comunidad.
Hace años el regalo estrella de la Primera Comunión eran las bicicletas. Es cierto que entonces se hacía con 7 años y ahora esperan a que los pequeños estén en cuarto de primaria (9-10 años), pero los regalos han cambiado hasta el punto de que la mayoría quiere tener un móvil inteligente, con acceso a internet.