¿Crees que los Reyes Magos no te han traído nada? Lee el mensaje del card. Omella: "Te equivocas"

El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española ha querido enviar un mensaje de esperanza para este día tan importante

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Redacción Religión

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Los Reyes Magos han llegado este jueves a los hogares de todo el mundo. Esta fiesta, que se celebra el 6 de enero, es un homenaje a lo que los Magos de Orientes hicieron con el Niño Jesús en el Portal de Belén. El card. Omella se ha sumado a esta festividad y ha querido enviar un mensaje para esta día tan importante y lo ha compartido en sus redes sociales.

Si crees que los Reyes Magos no te han traído nada, te equivocas” asegura el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Omella añade en su mensaje que “la vida misma que cada día recibes es un gran regalo”.

El significado de los regalos de los Reyes Magos al Niño Jesús

Baltasar entregó el preciado oro a Jesús ya que éste era considerado el «Rey de Reyes» y ese presente era el que estaba destinado para los monarcas y altos dignatarios. El oro sirve para reconocer la realeza y grandeza de esa persona. Jesús nace en el Portal de Belén, un lugar humilde, pero sigue haciéndolo como Rey. "El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin" (Lucas 1, 26-38) El Niño Jesús, Dios hecho carne, viene a ser el Rey de Israel, además de Salvador de toda la humanidad. Por eso, en calidad de "rey", recibe el oro.

Gaspar obsequió al Mesías con incienso, pues se trataba del «hijo de Dios» y a las divinidades se les rendía culto en los altares quemando incienso. El incienso en la Biblia, así como en la cultura hebrea y judía se usaba para ofrecérselo a Dios, se quemaba delante de Dios para ofrecer sacrificios, la Iglesia católica aún hoy lo sigue haciendo. Por tanto, es una prueba de la divinidad de Cristo, ofrecerle incienso, como a un auténtico Dios.

Melchor ofreció la mirra por que Jesús era hombre y como tal moriría joven, siendo necesaria esa resina para que su madre (María) pudiese ungir el cuerpo sin vida cuando llegase el momento del deceso. Es decir, su uso era el "cuidado último" a los muertos antes del entierro. El sentido de este presente para el Niño Jesús era un anticipo de que iba a morir, como un humano más. Nos viene a enseñar que Cristo se hizo carne, humano, verdadero hombre, y murió por nosotros, por eso necesitó ser embalsamado con mirra.

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