David Melián, experto en derecho migratorio: “Nos preocupa no poder ofrecer una acogida digna”

En los últimos días, miles de personas, muchas de ellas menores de edad, procedentes del continente africano, están llegando a las costas canarias. La falta de previsión, unida a la insuficiencia de infraestructuras, está dificultando una acogida digna y aumenta la probabilidad de que se produzcan vulneraciones de los derechos humanos.

La inestabilidad política en Senegal y en otros países de Sahel, la pobreza y el cambio climático están empujando a la población a salir y a arriesgar sus vidas cruzando el Atlántico con la "esperanza de un futuro mejor para sí y sus familias".

Derecho a no migrar

El Secretario de Migraciones de la Diócesis de Canarias y abogado experto en derecho migratorio, David Melián asegura que la situación es muy delicada en las islas “lo vemos con mucha preocupación sobretodo en lo que se refiere a la acogida digna”.

“A muchos es la única alterativa que les queda, tienen todo perdido en su país de origen”, explica David. En las Jornadas Mundiales de las personas migrantes y refugiadas este 24 de septiembre el lema era ‘El derecho a elegir si migrar o quedarse’ y para que eso se cumpla, según David “tienen que mejorar las condiciones en los países de origen”. “Tiene que haber un mercado de trabajo fuerte, que las condiciones de sanidad y educación sean optimas y todo esto no se está dando”, explica el experto.

En cuanto a la llegada de menores, David explica que ahora mismo hay más de 3.000 tuteladas por la Comunidad Autónoma. “Están amparados en su minoría de edad pero al alcanzar la mayoría, los 18 años, no hay tantas plazas”. Es aquí, con la mayoría de edad, donde esta el problema “no tienen alternativas”

La labor de la Iglesia, tanto en origen como en destino, pasa por sensibilizar y acompañar en esos 4 verbos de los que tanto habla el Papa Francisco: acoger, proteger, promover, e integrar “¿Quién se jugaría la vida si podría quedarse en su país?”, se pregunta Sara de la Torre, periodista de Ecclesia-COPE, “el derecho a no migrar pese a que no esté tipificado debería ser una opción”.