Una "educación integral" con identidad propia y que huya de "las modas de la pedagogía": estos son los retos de futuro de los centros católicos

El profesor de Filosofía Javier Cortés ha publicado 'La sostenibilidad de la escuela católica', donde aborda los desafíos de estos centros: “Hemos ido reduciendo la escuela a lo académico"

Colegio
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José Melero Campos

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'La sostenibilidad de la escuela católica': es el título del libro que ha escrito el profesor de Filosofía Javier Cortés para radiografiar la situación de estos centros y abordar los desafíos que tienen que hacer frente en una sociedad cada vez más secularizada.

En 'Ecclesia al día', Cortés ha indicado que si bien cuando se habla de sostenibilidad se hace alusión a la economía, recalca que en su publicación se ahonda en la sostenibilidad del proyecto y la figura del educador católico: “Estamos en un profundo cambio de escenario ante la disminución de los religiosos y religiosas que han mantenido el proyecto y el estilo de educación, y este es el gran reto que tenemos enfrente”, ha considerado.

" hay que descubrir el tesoro que la tradición católica tiene en educación”

A juicio de Javier Cortés, es necesario recuperar cuanto antes la fuerza que tiene “la tradición educativa católica”, poniendo el acento en el peligro que constituye “mirar mucho hacia afuera para introducir en la escuela aquello que la sociedad nos pide, aquello que viene de las modas de la psicología y la pedagogía, y lo primero que hay que hacer es descubrir el profundo tesoro que la tradición católica tiene en educación”.

El autor de 'La sostenibilidad de la escuela católica' ha puntualizado que estos centros se han caracterizado por su innovación, mientras ahora “miramos hacia afuera para innovar”, ha lamentado.

En este sentido, Cortés ha alertado sobre el peligro de “separar innovación e identidad”, y recalca la importancia de tener presente “el enorme magisterio que la Iglesia ha desarrollado en educación, el sentido de la educación católica desde el Vaticano II, que es promover y proponer una educación integral por medio de la transmisión de la visión cristiana del mundo”.

“Hemos ido reduciendo la escuela a lo académico"  

Para el profesor de Filosofía, apostar por una educación integral da como fruto una escuela nueva, al poner sobre la mesa “todas las dimensiones de la vida del alumno, empezando por la espiritual”.

De ahí que Javier Cortés haya animado a la escuela católica a tener la iniciativa “de ponernos en medio de la sociedad con un discurso que sea distinto porque nuestra realidad es distinta. En la medida en la que intentamos no acudir a nuestra fuente e imitar a los demás, pues seremos lo mismo. Profundizando en la esencia de la escuela católica, se debe construir una escuela que realmente sea nueva, innovadora y responda a las necesidades del mundo”, ha opinado.

Y es que Cortés ha indicado que la escuela católica ha entendido estos espacios como un “entorno relacional que trasciende el ámbito académico”, donde los religiosos estaban presentes en el comedor, la recepción o la sala de juegos. “Hemos ido reduciendo la escuela a lo académico y perdemos las grandes fortalezas de la escuela católica para responder a la necesidades del mundo. Cuando se piensa que la identidad no nos hace innovadores es que tenemos poca fe en la identidad”, ha subrayado.