El Enviado Especial del Papa para la PEJ: "Los jóvenes quieren ser constructores de un mundo más fraterno"

El cardenal António Augusto dos Santos Marto, obispo emérito de Leiria-Fátima, ha comparecido en rueda de prensa en Santiago de Compostela con motivo de la Peregrinación Europea de Jóvenes que se está celebrando en la ciudad gallega y que se cerrará este domingo con la Celebración Eucarística.

Antes de subir al Monte do Gozo para celebrar la vigilia de este sábado, António Augusto dos Santos Marto ha agradecido la acogida en Santiago de Compostela y subrayó su condición de Enviado Especial del Papa Francisco por ser “acostumbrado a las peregrinaciones internacionales en Fátima”.

“He venido el miércoles para ambientarme y conocer en vivo el ambiente: me ha impresionado la alegría de los jóvenes que han traído en las calles de Santiago y es consolador ver que todavía hay muchos jóvenes que están motivados por la fe. Esta Peregrinación Europea es un momento privilegiado para los jóvenes y además tiene una relevancia por el contexto histórico en la que se realiza”, ha subrayado António Augusto dos Santos Marto.

El obispo emérito de Leiria-Fátima ha remarcado que esta PEJ22 “atrae a los jóvenes porque es también un camino de espiritualidad que proporciona una ocasión para encontrarse consigo mismo, una peregrinación interior y un caminar juntos”. Además, el momento histórico en la que se realiza la PEJ22 es fundamental: “Ha habido la pandemia con sus consecuencias, una guerra en las puertas de Europa [...] estamos en un mundo de muchos heridos y con muchas heridas”.

Ante este mundo, “los jóvenes están desafiados en coger decisiones importantes. La peregrinación es también una ocasión de dar una señal clara de que los jóvenes quieren ser constructores de un mundo más hermoso, más feliz, más fraterno, que no se resigna a la indiferencia, a la apatía. No quieren vivir anestesiados por la banalidad y la superficialidad de la vida”.

António Augusto ha subrayado lo que el Papa pide desde hace muchos años: “Nos pide ser un hospital de campaña cuya primera misión es acoger a los heridos, ser un oasis de misericordia, una Iglesia abierta y acogedora, donde todos tienen lugar. Esta señal de esperanza es muy importante para un mundo que sufre la tentación de resignarse y de sentirse impotente”.

Esta PEJ es obviamente una invitación para ir el año que viene a Lisboa para la JMJ: “Estamos en un momento providencial. Estamos en una etapa de preparación, en camino hacia la JMJ de Lisboa. No solamente desde un punto de vista temporal, sino también una preparación espiritual”.