Los retos a los que tendrá que hacer frente el nuevo secretario general de la CEE

Como secretario y portavoz de la CEE, Mons. Luis Argüello atenderá, entre otros frentes, la educación o los abusos en la Iglesia en España

El nuevo secretario general de la CEE Mons. Luis Argüello (izqda.) y el saliente José María Gil Tamayo (dcha.)

Pablo Valentín-Gamazo

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Monseñor Luis Argüello es desde hoy nuevo Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE) La nueva responsabilidad que asume se va a prolongar durante los próximos cinco años (2018-2023) El sucesor de José María Gil Tamayo deberá afrontar nuevos retos en el cargo de acuerdo a sus funciones y atender algunos que están abiertos. La vinculación de los Obispos de España con estos temas es directa, indirecta o inexistente, pero estos son algunos a los que el también obispo auxiliar de Valladolid va a tener que estar pendiente.

Estos nuevos retos para él y en los que va a trabajar podrían resumirse en tres: la enseñanza de la Religión en los colegios de España, ser la voz de los Obispos en el aún latente e indeterminado futuro de los restos de Franco y los avances de la Conferencia Episcopal en la prevención y reacción ante los abusos sexuales. Junto a estos asuntos, le esperan también las funciones que va a desempeñar en la Conferencia Episcopal

El futuro y el presente de la asignatura de Religión

Podría decirse que es la cita más próxima e inmediata que va a atender Mons. Argüello. El secretario general de la CEE ya tiene en la agenda una reunión con la ministra de Educación, Isabel Celaá. El encuentro entre la titular de Educación y Mons. Argüello se va a celebrar el próximo lunes 3 de diciembre. Le acompañará el presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza, César Augusto Franco, obispo de Segovia.

El motivo de la vista es conocer con más detalle los cambios que el gobierno de Pedro Sánchez pretende hacer con su proyecto de reforma educativa. Y más en concreto, los que afectan a la asignatura de Religión. La Conferencia Episcopal ya expresó su sorpresa de que ante que no se contase con su visión de estas modificaciones. El secretario saliente, Mons. José María Gil Tamayo, lo expresó recordando que el 70% de los alumnos escoge la asignatura.

La reunión personal con Celaá es el foro que han esperado desde la CEE que se produjera. El “sí” de la ministra socialista va a evitar que el diálogo sobre la educación y la religión en las aulas se reduzca a un intercambio de mensajes a través de los medios de comunicación.

Las intenciones iniciales del Ejecutivo eran quitar a la Religión su valor académico y, con él, el que tendría en la nota media de cara al acceso a la universidad. Además, se descartaría la creación de una asignatura espejo para la de Religión y entraría en vigor a la vez otra de “valores cívicos y éticos” de carácter obligatorio.

Los restos de Franco y la posición de la Iglesia en España

El futuro de los restos de Franco ha sido uno de los temas protagonistas en el nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Desde que se anunciara desde el Ejecutivo de Sánchez el deseo, en forma de Real Decreto, de su exhumación y posterior inhumación, la Iglesia y la CEE se han visto salpicadas. Por un lado, la Iglesia ha sido preguntada, dado que el lugar donde aun reposan es el Valle de los Caídos, que convive con una comunidad benedictina. La cripta del cementerio de La Almudena, en Madrid, es uno de los futuribles para la inhumación del dictador. Nuevamente, se pidió la opinión de la Iglesia, al encontrarse la ubicación dentro de la diócesis de Madrid.

La ofreció el antecesor de Mons. Argüello, José María Gil Tamayo. En rueda de prensa, el futuro obispo de Ávila recordó que el papel de la CEE es el de la despolitización en pro de la “concordia y el sentido cristiano de la cohesión social”. Es decir, que lo que concierne a la Iglesia en este asunto es el sentido cristiano del enterramiento. Entre sus palabras también hubo un mensaje de recuerdo: “si la familia posee un derecho adquirido, la Iglesia no puede oponerse”.

También el arzobispo de Madrid, el cardenal Osoro ofreció esa misma respuesta. Del mismo modo, aclaró que la problemática generada por el Gobierno solo tiene dos actores: la propia Administración y la familia.

A finales de octubre, el Gobierno de Pedro Sánchez realizaba otro envite a la Iglesia. Se trata de la reunión de la vicepresidenta Carmen Calvo y el Secretario de Estado de El Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. La conclusión que el gobierno socialista compartió fue que la Santa Sede iba a involucrarse en la búsqueda de un lugar para los restos, oponiéndose a que fuera La Almudena. Tal oposición era falsa.

El portavoz de la Salla Stampa, Greg Burke, tuvo que salir a matizar las palabras de Calvo: “(...)no se opone a la exhumación de Francisco Franco (…) Es cierto que la señora Carmen Calvo expresó su preocupación por la sepultura en la catedral de La Almudena y su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia”. En ese punto sí coincidía el purpurado con Carmen Calvo.

Por tanto, Mons. Luis Argüello podría afrontar nuevas tentativas del gobierno sobre este tema. Ante ellas, si no delega la portavocía que le corresponde como secretario general, va a tener que aportar claridad a los malentendidos y recordar la postura que ya sentó su antecesor y el arzobispo de Madrid: es un asunto del Gobierno y la familia.

Seguir trabajando contra los abusos sexuales

Otro asunto que también posee dimensión vaticana y que sí está relacionado con la Iglesia son los abusos sexuales. Mons. Luis Argüello posee entre sus funciones el contacto regular con los secretarios de las distintas Comisones Episcopales así como con los secretarios generales de otras Conferencias Episcopales. Con ellos comparte una petición y una preocupación del Papa Francisco: los abusos sexuales. Con ese motivo, el Santo Padre les ha convocado en febrero del año próximo. Entre las comisiones que va a atender estará la que se encarga de la preparación de los materiales que va a presentar en Roma el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Blázquez.

Antes de ser secretario general compartió el mensaje de rechazo y el perdón que expresaron los obispos en la Asamblea Plenaria. Además de ello, la CEE ya lleva tiempo trabajando en la creación de nuevas normativas que sustituyan a los dos protocolos que posee desde 2010. Además de ser con vistas a El Vaticano, se trata de, como recordaba su predecesor, una necesidad.