"Es una figura mitológica del País Vasco": Olentzero, una tradición navideña con raíces ancestrales

El investigador de la cultura vasca, Iñaki García, explora los orígenes y la evolución del personaje de Olentzero, desde sus raíces paganas hasta su adaptación al cristianismo y su popularización en el siglo XX

Redacción Religión

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Olentzero, el popular y entrañable personaje navideño del País Vasco, no es simplemente un bonachón que trae regalos a los niños. Su historia es mucho más profunda y se remonta a tiempos precristianos, como explica Iñaki García, investigador de la cultura vasca, en 'Ecclesia al día': "Es una figura mitológica del País Vasco, precristiana, que se adapta al cristianismo". Su nombre original, onen-(tz)aro, significa “época de lo bueno” en euskera antiguo, y representa el ciclo anual del solsticio de invierno.

Más que un carbonero

Olentzero a menudo se asocia con la figura de un carbonero, pero su rol es más complejo. "Es un fogonero que no carbonero como la mayoría de la gente cree", aclara García. Su función primordial es la de “cortar el fuego solsticial”, un fuego simbólico que permanece encendido en los hogares vascos desde el 24 de diciembre hasta el año siguiente, marcando el ciclo anual.

Olentzero, con su aspecto de bonachón barbudo y barrigón, ha sufrido transformaciones a lo largo de los siglos. Originalmente se le representaba como un hombre rudo, "borrachín", fumador y bebedor de vino y pacharán. Sin embargo, con el tiempo, y especialmente en las últimas décadas, su imagen se ha suavizado debido a la corrección política. "Hoy, por esto de ser políticamente correcto, no tiene botella, no como lo veis detrás mío, y no fuma", comenta García.


De las leyendas a las calles

La primera referencia escrita de Olentzero data de hace 400 años, gracias al presbítero Lope de Isasti. Fue el antropólogo vasco José Miguel de Barandiarán quien, a principios del siglo XX, recuperó la figura de Olentzero a través de sus investigaciones y recopilación de leyendas, integrándolo en la tradición navideña vasca.

La primera cabalgata con Olentzero tuvo lugar en Mondragón (Guipúzcoa) en 1942. Desde entonces, la tradición se ha extendido por todo el País Vasco, convirtiéndose en un elemento central de las festividades navideñas.

Olentzero representa una fusión de elementos paganos y cristianos, una figura que ha evolucionado a lo largo de los siglos hasta convertirse en un símbolo entrañable de la Navidad vasca.