La historia de Judith, inmigrante que pudo salir adelante gracias al programa de empleo de Cáritas

Judith llegó a España hace tres años junto a su hijo pequeño. El programa de empleo de Cáritas le ha permitido conseguir un empleo estable en un hotel de Toledo

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La historia de Judith, inmigrante que pudo salir adelante gracias al programa de empleo de Cáritas

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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Judith tiene 53 años. Hace tres llegó a España procedente de Colombia junto a su hijo pequeño. Se vio obligada a abandonar su país natal tras recibir amenazas cuando ostentaba el cargo de coordinadora de una fundación destinada a ayudar a las personas vulnerables de violencia: “Me metí donde no debía y me hicieron salir”, recuerda.

Tras ser atendida por los servicios de Cruz Roja a su llega a Zaragoza, se desplazó hasta Toledo, donde recibió asistencia de Cáritas. Aquello fue en enero de 2020, justo antes de que estallara la pandemia. Cuando no se han cumplido tres años, los programas de empleo de la entidad de la Iglesia han permitido a Judith acceder a un puesto de trabajo en un hotel de la capital castellano-manchega.

“Yo solicité ayuda a Cáritas al principio como grupo de oración, y después me ofrecieron estudiar para acceder a un empleo. Hice el curso de camarera de pisos en la Universidad Laboral, que tiene convenio con Cáritas. Era un curso práctico. Hice prácticas en un hotel donde me quedé trabajando como indefinida y a tiempo completo”, ha revelado en ECCLESIA la colombiana.

Pero el acompañamiento de Cáritas no concluye una vez que el contrato entra en vigor, sino que está vigilante para que las condiciones laborales sean acordes a la ley: “El contrato de trabajo se lo enviamos a Cáritas y vigilan que todo esté en orden, porque un extranjero no conoce las leyes de aquí”, ha explicado.

Una ayuda, la de Cáritas, que Judith no encontró en las administraciones públicas a su llegada a nuestro país: “Pedí ayuda al Ayuntamiento pero fue poca la que me dio, porque llegué en la pandemia. Cáritas fue la única en darme apoyo incondicional”, afirma con gratitud.

Gracias a esta asistencia de la ONG, hoy Judith es una mujer independiente y con posibilidades para brindar a sus dos hijos un futuro más esperanzador: No es fácil cuando hay que empezar de cero. Ahí estaba Cáritas, dándonos ayuda espiritual, social y laboral”.

Judith es un ejemplo de persona que puede salir adelante con una buena acogida. Por ello, ha animado a otros inmigrantes que están pasando por su misma situación hace tres años, que recurran a instituciones como Cáritas: “Hoy mismo hablé con personas que conozco y les he referenciado para que acudan, porque es una mano importante que acoge con vivienda, alimentos, orientación psicológica y laboral...”, ha expresado la colombiana de 53 años.

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