La hospitalidad de las Capuchinas en Barbastro: un ejemplo de acogida

Las 6 Capuchinas han acogido a 5 sanitarios del Hospital de Barbastro durante este tiempo de confinamiento

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Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Durante esta pandemia la Iglesia está ofreciendo todo tipo de servicio: reparto de comida, ayuda a las personas mayores a través de servicios telefónicos y, en Barbastro, las hermanas Capuchinas han acogido a 5 sanitarios, profesionales del Hospital de Barbastro. Acompañamiento, comidas, oración, instalaciones, voluntarios…Desde que comenzó la crisis del coronavirus, la Iglesia católica ha redoblado su compromiso para ayudar a los damnificados y luchar contra los efectos de la pandemia.

COPE.es ha podido hablar con Ascen Lardiés, compañera de Cope Barbastro, y delegada episcopal de Comunicación de la diócesis de Barbastro-Monzón, que nos ha contado como al principio de la cuarentena y cuando aumentaba la presión asistencial para luchar frente a la Covid-19, el obispado de Barbastro-Monzón puso a disposición de las autoridades algunas dependencias diocesanas para que los médicos o enfermeros no tuvieran que desplazarse a sus domicilios.

Entre estas dependencias se encontraba la hospedería del convento que las Capuchinas tienen en la ciudad del Vero desde hace 350 años. Nos dice Ascen que “ellas mismas estaban pensando en cómo ayudar, estaban escuchando que todo el mundo hacia algo y querían ayudar. Llevaban tiempo pensando en el gran trabajo que hacen los sanitarios y en que necesitarían una persona que les acogiera. No les costó mucho tiempo tomar la decisión de ofrecer la hospedería para los sanitarios”.

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Confección de mascarillas

La hospedería, con entrada independiente, cuenta con una pequeña cocina común y habitaciones en la planta superior. Tres de las capuchinas se ocupan de la limpieza de estas zonas, sin descuidar otra tarea a la que se han encomendado estos días: la confección de mascarillas. “Empezaron mirando tutoriales en Internet como todo el mundo me imagino y no han dejado de hacerlas desde el primer día y recientemente han acabado el último lote, de 143, que han entregado a uno de los sanitarios para que las distribuya en el Hospital, entre personal de Enfermería”.

La ayuda es reciproca en el convento de las Capuchinas porque si las hermanas les ofrecen un sitio donde dormir y alojarse, los sanitarios no paran de ofrecerse por si las monjas necesitan algo, y Ascen nos dice que “muchas veces les hacen la compra si necesitan algo del supermercado se lo encargan y se lo traen. Es una ayuda mutua y está siendo una convivencia muy bonita”. “Son unas hermanas muy queridas por todo el mundo aquí en Barbastro” subraya Ascen, “viven en uno de los barrios más antiguos y todo el mundo las conoce”.

Durante estos meses han cerrado el obrador en el que producen pastas y magdalenas comercializadas como “Dulce nombre de Jesús” y reparten su tiempo entre la costura y la oración, que no ha dejado de ser su ocupación principal. Ascen nos confiesa que “rezan mucho para que estos momentos pasen pronto porque ellas saben que la gente lo está pasando muy mal, encerrados en casa”.

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Fondo de emergencia Covid-19

Tras varias semanas de intenso servicio, como se puede leer en su página, la archidiócesis de Zaragoza ha lanzado la campaña ‘Hazlo posible’, con el objetivo de mostrar su actividad y recaudar donativos que permitan financiar su labor sociocaritativa.

Para ello, se ha creado el ‘Fondo de emergencia COVID-19’, que parte con 40.000 euros donados por sacerdotes y miembros de vida consagrada. El dinero irá destinado a ayudar a Cáritas, a la Mesa de la Hospitalidad, a las residencias diocesanas de mayores, a los comedores parroquiales y a otras necesidades urgentes. La Administración diocesana y el Consejo para Asuntos Económicos canalizarán las ayudas e informarán sobre su destino.

En la web de la campaña, www.hazloposiblezaragoza.es, se ofrecen — de un modo visual y con una narrativa dinámica — un elenco de ‘Historias con alma’. Son testimonios concretos de una institución que está comprometida con la sociedad de manera humilde y generosa, como muestra la atención brindada en hospitales, cementerios, residencias de mayores, centros de atención a la mujer, a las familias, a personas con problemas de adicción, etc.

Asimismo, la página ofrece una sección, ‘Por tantas razones’, que refleja en veinte puntos el trabajo de la Iglesia durante esta crisis al servicio de la sociedad y del bien común. Entre otras, destacan la atención a personas en riesgo de exclusión, el reparto de comida a temporeros en zonas agrícolas, la confección de mascarillas para el personal sanitario, la atención espiritual (tanto presencialmente como por teléfono) y el acompañamiento a personas mayores.