El Inmaculado Corazón de María, de una pequeña devoción a consagrar el mundo entero

Desde la primera referencia al corazón de María en san Lucas hasta la consagración al mundo entero en 1942, esta devoción no deja de ganar feligreses

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Las iglesias y museos de España están llenos de inmaculadas de autores como Murillo. El dogma, sancionado en 1854 por Pío IX, llenó de júbilo a la sociedad española. En paralelo transcurrió la devoción al Inmaculado Corazón de María, al igual que el culto al Sagrado Corazón de Jesús, que en este año ha celebrado el Jubileo en la archidiócesis de Valladolid.

La referencia bíblica al corazón de María está en Lc 2, 19: ''María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón''. Un corazón que, además, sería traspasado como alertó Simeón a la Virgen (Lc 2, 35). Este aspecto del corazón mariano fue tratado desde la épioca de los padres de la Iglesia. Después, el gran pensador sobre esta devoción fue san Juan Eudes (1601-1680), fundador de la Congregación de Jesús y María (Eudistas). Aunque las visiones de santa Margarita María Alacoque fueron posteriores, san Juan Eudes también difundió la devoción al Corazón de Jesús.

El impulso de esta devoción llevó un siglo después, en la Navidad de 1800, a la fundación de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María. Fue en Francia también, en plena persecución anticlerical. Los fudadores dueron José Coudrin y Enriqueta Aymer.

Cien años para extender esta devoción

En ese mismo siglo XIX, san Antonio María Claret fundó la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (1849). Es una fiesta móvil, siempre celebrada el día después del Sagrado Corazón de María.

Otra congregación dedicada al Inmaculado Corazón de María es, precisamente, la que fundó Teófilo Verbist en 1862, la Congregación del Corazón Inmaculado de María (misioneros de Scheut).

Llegados a las apariciones de Fátima en 1917, la Virgen comunicó a los niños, ''El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz''. En 1917 Europa estaba en guerra y Rusia sufría aparte una guerra civil entre bolcheviques y mencheviques.

Cumpliendo con el mandato que sor Lucía comunicó al mundo de parte de la Virgen, Pío XII consagró el mundo entero al Inmaculado Corazón de María. Fue el 31 de octubre de 1942. ''Los seres humanos, pacificados entre ellos y con Dios, os proclaman benditos; y contigo cantan, desde un polo al otro de la tierra, el eterno Magnificat de gloria, amor, gratitud al Corazón de Jesús'', proclamó Pío XII aquel día. Años después, en 1952 consagraría Rusia al Inmaculado Corazón de María. Tres meses después de esta consagración, fallecería Stalin.

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