Jóvenes migrados y jesuitas, una sola familia en Burgos

En Burgos encontramos una casa en la que reina la esperanza. Y eso es decir mucho en medio del duro y arriesgado presente que encuentran la mayoría de personas que se enfrentan al drama migratorio. Se trata de la casa de una comunidad de la Compañía de Jesús, la de Hospitalidad de los jesuitas de Burgos. En ella comparten vida y vocación diez jesuitas.

Tomás Gaitán SJ es profesor en Secundaria y Bachillerato en el colegio La Merced y colabora con Atalaya Intercultural, la ONG de acogida a migrantes de Burgos. Él explica cómo se articula esta experiencia, que cuenta con dos jóvenes migrantes que conviven con la comunidad jesuita, y que, desde enero de este año 2024, ha ampliado a un piso en el que viven otro grupo más numeroso de jóvenes migrados, 12, que comparten vida y camino en este piso de acogida.

Son historias de superación y alimentan la experiencia de fraternidad

Junto a Tomás, dos jóvenes migrantes explican lo mucho que les ayuda en su proceso de integración: Djiby Gueye, de Senegal, y uno de los que vive en la comunidad jesuitas; y Gyam Takyi, de Ghana, vive en el piso.

Los jóvenes del piso de Atalaya tienen entre 18 y 35 años. Detrás de cada uno hay una historia de vulnerabilidad, han llegado muchos de ellos jugándose la vida. Y en el proceso, lo más importante, además de sentirse familia, es apostar por la formación para poder acceder a una regularización. En este entorno de familia aprenden español, formación laboral. Sus historias de superación son increíbles, y alimentan también la experiencia de fraternidad de la comunidad de jesuitas. Para los jóvenes, los religiosos son "una familia".

Acoger, acompañar, promover e integrar

En esta iniciativa es clave la colaboración de otras personas. Lidera el proyecto la Compañía de Jesús con el apoyo de la comunidad cisterciense de San Pedro de Cardeña, CONFER, la asociación laical CVX –Hogar de Burgos y la Asociación de AA. AA. del Colegio de los jesuitas La Merced. También, el trabajo en red con otras entidades sociales y religiosas de Burgos y de la Plataforma Apostólica de Castilla y León. Una experiencia, la de esta comunidad de Hospitalidad de Burgos, que conjuga en presente los verbos a los que nos invita el Papa: acoger, acompañar, promover e integrar.