Jóvenes que atienden a personas sin hogar: "Vive en la calle para que su hijo pueda estudiar"

Los jóvenes del Regnum Christi impulsan el programa 'Cristo de la calle' para acompañar a personas sin hogar: "Algunos se han querido quitar la vida por no poder hablar con nadie"

Redacción Religión

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Juan Andrés tiene 24 años, y lleva seis colaborando en la iniciativa del Regnum Christi 'Cristo de la calle', que impulsa Juventud Misionera por el que acompañan a personas vulnerables sin techo por las calles de Madrid, muchos de ellos con trastornos mentales.

“Vemos a mchas personas en el suelo y viendo pasar a mucha gente, muchos comercios pero nadie se sienta a hablaro con ellos. Tratamos de darle una ayuda para que sepa que no está solo, que tiene una historia y debe ser escuchado. Compramos comida, regalamos mantas, pantalones... lo que llegan de las donaciones del Regnum Christi”, ha explicado Juan Andrés.

La mayoría de los beneficiarios del programa 'Cristo de la calle' son personas a los que la vida no les ha tratado bien. Como asegura Juan Andrés, son historias duras: “Yo trato de quitarme de encima mis problemas y escuchar los suyos. Tenemos gente que incluso se ha querido quitar la vida porque su salud mental no está bien porque no habla con nadie, y por eso hablamos con ellos”, ha precisado en 'Ecclesia al día' el voluntario.

El joven del Regnum Christi ha precisado que el primer contacto que establecen con los beneficiarios es para proporcionarles comida, aunque el objetivo final es acompañar: “Que se desahoguen y sepan que no están solos. Hay gente que por estar sucios no se acercan y no pasa nada, lo importante es su historia”.

Cada viernes de final de mes, los jóvenes voluntarios se reúnen para rezar, adquirir comida para hacer bocadillos y envolverlos para repartirlos por los diferentes barrios de Madrid, principalmente la zona centro: “Regalamos bocadillo, magdalenas y bebida. Como muchos son musulmanes y no pueden comer jamón, los bocadillos son de pavo”, ha puntualizado Juan Andrés.

Adictos, con trastornos mentales y de avanzada edad: los beneficiarios de 'Cristo de la calle'

Los dos primeros años de Juan Andrés como voluntario en 'Cristo de la calle' fue en su país de origen, Guatemala, donde el programa de ayudas se centraba más en tratar las adicciones. Pese a que la realidad del país centroamericano es muy diferente a la de España, muchas historias son similares.

“En Guatemala tuvimos un señor con familia, era drogadicto, y un día se sentó con nosotros a hablar. Tenía dos hijos y quería un cambio en su vida, pero no le daban la oportundiad Nosotros se la dimos, sacó un curso de FP y ahora tiene a sus dos hijos en la escuela y él un trabajo. En España en Callao habñia un señor y pidió ayuda, era extranjero sin papeles y quería trabajar. Se le ayudó, sacó sus papeles y ahora trabaja y ayuda repartiendo comida por la Puerta del Sol, sabiendo que él estuvo ahí”, ha comentado Juan Andrés.

Varones de avanzada edad, la mayoría jubilados a los que no les llega la pensión para sobrevivir son el perfil de los beneficiarios de 'Cristo de la calle'. Entre ellas alguna mujer, con historias tremendas también: “Una mujer tiene a un hijo estudiando en Perú en la universidad, y prefiere vivir en la calle para que su hijo pueda estudiar, trabajando en lo que sea”.

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