"Si no queremos un desierto demográfico tenemos que transmitir a los jóvenes la necesidad de tener hijos”
El vicepresidente de la CEOE, Javier González de Lara, ofrece en ECCLESIA tres propuestas de estímulo a la natalidad para revertir el 'invierno demográfico': "Hay que actuar"
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El vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Javier González de Lara, ha advertido que la baja natalidad en España obedece, en parte, a la escasa concienciación social que existe entre la población sobre los efectos que podría tener en el futuro, y al poco estímulo público existente por parte de las administraciones.
Así se ha pronunciado González de Lara quien, en ECCLESIA, ha reclamado a las instituciones y administraciones competentes hacer pedagogía social “para transmitir que si no queremos un desierto demográfico en las próximas décadas tenemos que transmitir a los jóvenes que aporten a la sociedad su esfuerzo teniendo hijos”, asegura.
“Nos falta dar ese paso de concienciación”
En este sentido, el número dos de la CEOE ha explicado que la demografía es un factor clave en la competitivad y en la estrategia de un país, y ha puesto como ejemplo el caso de China que, tras años de control de la natalidad, ahora está incentivando políticas que propicien los nacimientos.
“Han impulsado políticas de natalidad, hay ministerios para la natalidad y para la familia”. Un sistema que González de Lara ha constrastado con nuestro modelo, donde apenas se toman medidas que animen a las nuevas generaciones a formar una familia.
“Nos falta dar ese paso, más concienciación pública, mayor concienciación administrativa con bonificaciones, desgravaciones fiscales y mayor concienciación social”, ha insistido en ECCLESIA.
“No hay que vincular natalidad con competitividad”
Pese a que la crisis demográfica se acentúa cada año (en 2021 se registraron 338.532 nacimientos, la menor cifra desde que comenzaron los registros del INE, en 1941), el vicepresidente de la CEOE considera que no se un problema dramático en nuestro país. Además, asegura que la tasa de nacimientos no debe asociarse a la competitividad de un país, negando de esta manera que el futuro económico de España esté en jaque.
“No tenemos que dar por hecho que se vaya a consumar ese desierto demográfico. Hay que actuar con determinadas políticas para cambiar las tendencias, pero realmente no hay que vincular natalidad con competitividad. Los países nórdicos tienen poca población y son productivos, y otros países como del Tercer Mundo que tienen una enorme tasa de natalidad y un nivel de productividad bajo”, ha aseverado.