Luis Argüello, sobre la procesión de Sevilla y la reapertura de Notre Dame en París: "Signos de esperanza para España y Europa"
El presidente de la Conferencia Episcopal Española asegura que ambos acontecimientos nos hablan de "la misteriosa presencia de Dios en la religiosidad ilustrada y en la popular"
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, destaca que la "Magna" de Sevilla y la reapertura de la Catedral de Notre Dame de París constituyen un signo “de esperanza” para España y Europa, en un contexto de creciente secularización en Occidente.
En un mensaje en su cuenta de 'X' (antiguo Twitter), el también arzobispo de Valladolid apunta que ambos acontecimientos eclesiales que han tenido lugar este fin de semana “nos hablan de la misteriosa presencia de Dios en la religiosidad ilustrada y en la popular”, dada las millones de personas que en todo el mundo han seguido estos actos a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
A juicio de Argüello, tanto las procesiones de la capital hispalense como el renacer de Notre Dame en la ciudad parisina, son “signos ambiguos, pero llenos de alegría y esperanza”.
La procesión de Sevilla, un acontecimiento único
Sevilla acogía una procesión extraordinaria que ha marcado la clausura del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular. Un acontecimiento único que ha reunido imágenes que normalmente solo se ven durante la Semana Santa, como son el Cristo del Cachorro, el Gran Poder o las Esperanzas de Triana y Macarena, además de la patrona de la archidiócesis, la Virgen de los Reyes y otras imágenes de la provincia.
Pese a las bajas temperaturas en Sevilla, más de 700.000 personas estuvieron en el centro de la ciudad para no perderse este evento único. Entre ellos se encontraban, en el palco presidental, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el presidente del Consejo de Hermandades, Francisco Vélez; el nuncio apostólico, Bernardito Auza, y el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses.
Un fin de semana que perdurará en la memoria de todos los sevillanos y los visitantes.
París, epicentro del mundo católico con la reapertura de Notre Dame
El arzobispo de París, Laurent Ulrich, reabría el pasado sábado oficialmente la catedral de Notre Dame con un rito que ha consistido en llamar solemnemente a las puertas golpeando con su cruz y esperar la respuesta del templo gótico, que ha sido entonada por los coros en su interior, antes de cruzar el umbral.
Los cantores de Notre Dame han pronunciado el salmo 121 de la Biblia -"A las montañas levanto mis ojos; "¿De dónde vendrá mi socorro? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y la tierra"- cada una de las tres veces que el arzobispo pidió a Notre Dame que abriera sus puertas.
A la ceremonia asistieron decenas de dirigentes de todo el mundo, como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Jill Biden; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni o el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
La reapertura de la catedral de Notre Dame ocurre cinco años y siete meses después de una gran obra de restauración tras el incendio de 2019, y en la que han participado cerca de 2.000 trabajadores y 250 empresas.