Mayor peso de los laicos, auditorías, y escucha a los pobres: las aportaciones de Madrid al Sínodo
La archidiócesis de Madrid publica el documento en el que se recogen las aportaciones de los grupos diocesanos a la segunda parte del Sínodo que se celebrará en octubre
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La misión de la mujer en la Iglesia, la escucha y el acompañamiento a los pobres son las tres prioridades del Pueblo de Dios de Madrid, recogidas en las aportaciones de los diferentes grupos diocesanos, y que se llevarán a la segunda parte del Sínodo de la Sinodalidad que tendrá lugar el próximo mes de octubre.
La archidiócesis de Madrid ha publicado el documento en el que se recogen las respuestas de los 856 participantes en los 57 cuestionarios del Formulario 'Hacia octubre 2024'.
“Las principales razones que aportan son la de urgencia ante situaciones insostenibles en le caso de las mujeres, de prioridad pastoral en el caso de la escucha, y de coherencia evangélica en el caso de los pobres, que no pueden ser únicamente receptores de nuestra ayuda, sino referentes en el caminar de la Iglesia”, se expone en el documento 'Respuesta de la Archidiócesis de Madrid al Formulario 'Hacia octubre 2024' a partir de las aportaciones de los grupos'.
Consejos pastorales vinculantes y revisar la formación, algunas de las iniciativas
En el formulario, los participantes eran cuestionados por tres iniciativas concretas para poner en práctica en la realidad parroquial, diocesana y nacional.
Dos tercios de los participantes proponen implantar en el Código de Derecho Canónico la obligatoriedad de celebrar los Consejos de pastoral, y que las decisiones tengan un carácter vinculante, no solo consultivo. Asimismo, reclaman que en estos consejos estén representados “todo el pueblo de Dios, los diferentes estados que existen entre sus miembros, los diferentes carismas, las diferentes acciones pastorales, realidades eclesiales y sociales… sin olvidar a los excluidos”.
Por otro lado piden formación de todo el Pueblo de Dios, revisar “la formación de los futuros presbíteros con el fin de que tenga un carácter más pastorales y se erradiquen los gérmenes de clericalismo”, y que a esa formación tenga acceso la mujer “a todos los niveles”.
También abogan por potenciar la escucha y acogida, creando canales para ello como “buzones físicos o digitales en las parroquias”.
Mayor peso de los laicos en el control y toma de decisiones y diaconado femenino
Otra de las cuestiones que se planteaba a los participantes es cómo potenciar la corresponsabilidad diferenciada en la misión de todos los miembros del Pueblo de Dios (laicos, vida consagrada, ministerio ordenado)
En este sentido, reclaman “fomentar, actualizar y visibilizar los ministerios laicales, que se profundice sobre el papel de los presbíteros y diáconos en una Iglesia sinodal; el acceso de la mujer a todos los ministerios y que se aborde en concreto el diaconado femenino”.
Hacen hincapié a su vez en avanzar en la responsabilidad de todos los bautizados en la misión: “Se invita a centrar la acción pastoral en el anuncio del kerigma, no únicamente en una dispensación de sacramentos, y a poner en primer plano el carácter misionero de la eucaristía; y para el papel insustituible del testimonio evangélico, la comunión y la coordinación de todos”.
Por último, plantean la necesidad de aceptar la presencia de los laicos “en los lugares de toma de decisiones y que se activen estructuras y procesos de verificación de las tareas del obispo, la administración de los bienes, el funcionamiento de los organismos de participación, la tutela respecto a los abusos, etc”.
Auditoría a sacerdotes y obispo o un ministerio de escucha, órganos a crear
En este ámbito, los participantes piden la renovación del ministerio de la Palabra y crear los Consejos de Pastoral donde no existan. A su vez demandan una auditoría regular sobre cómo ejercen su ministerio los diáconos, presbíteros y el obispo, o constituir un observatorio para promover la vivencia de la Espiritualidad de la comunión, delatar los cortocircuitos de unidad existentes y velar por el fin del clericalismo.
En cuanto a los ministerios a crear, sugieren un ministerio para la escucha, el discernimiento eclesial y el acompañamiento; un ministerio profético de la comunión a través de la comisión diocesana por la comunión eclesial, ministros servidores de la comunión que promuevan la sinodalidad y denuncien los abusos o dejaciones que puedan darse en el desarrollo de la misión; un ministerio de arte y música; el ministerio del cuidado de la Casa Común o el ministerio de la no violencia y la paz.