El obispo Inácio Lucas visita Cartagena: “Somos hermanos de esta diócesis y queremos continuar esta amistad”

“Somos hermanos de la diócesis de Cartagena; queremos continuar esta amistad y agradecer a José Manuel Lorca que tenga en cuenta a nuestra diócesis. La diócesis de Gurué tiene muchos cristianos, pero es nueva, se creó en 1993. La de Cartagena es antigua y muy grande, con una cristiandad de muchos años atrás, y tenemos mucho que aprender”, con estas palabras se ha expresado el obispo de Gurué (Mozambique), Inácio Lucas, en su visita a la diócesis de Cartagena. Lanza, además, una invitación para los jóvenes: “Tienen que venir con nosotros a Mozambique y conocer la realidad que tenemos allí. Aunque en nuestra tierra hay situaciones difíciles, también hay personas y vida que es bueno conocer, más allá de Murcia o de Europa”.

El obispo de Gurué visitó este martes al obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. Se trata del sucesor de Francisco Lerma, natural de la pedanía murciana de El Palmar, que falleció en 2019 después de casi diez años como obispo en esa diócesis africana. El prelado, que llegó a la diócesis de Cartagena el pasado viernes, comenzó su visita en El Palmar, pueblo natal de Lerma, donde celebró la Eucaristía el sábado y visitó a los familiares de su predecesor. El domingo conoció la ciudad de Cartagena, donde cumplimentó al vicario episcopal, José Abellán. También acudió al cementerio de San Javier para visitar la tumba de la hermana Antonia, franciscana de la Purísima y misionera que sirvió toda su vida en la diócesis de Nacala (Mozambique), de donde es oriundo Inácio Lucas.

Eucaristía en la parroquia de la Sagrada Familia de Molina de Segura

Después de su encuentro con el obispo de Cartagena, el prelado africano visitó a las hermanas franciscanas de la Purísima, también presentes en la diócesis de Nacala, y celebró la Eucaristía en la parroquia de la Sagrada Familia de Molina de Segura, donde compartió la fiesta de San Antón con la comunidad parroquial. Durante su estancia en la diócesis, el prelado fue acogido por las Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado, congregación con casa en la diócesis de Gurué (Mozambique).