El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ante el derribo de la Cruz de Ganalto: “Es un ataque a todos”

En la madrugada del lunes unos desconocidos derribaron la Cruz de Ganalto y en la mañana de este miércoles un grupo de vecinos ha recuperado la cruz para devolverla a su sitio

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Redacción Religión

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En la madrugada de este lunes, unos desconocidos derribaron la

, situada en la Sierra de Badaia, en la provincia de Álava. El monumento fue arrancado de sus bases con sierras especiales, por lo que se trata de una acción premeditada. La Ertzaintza ha abierto una investigación para tratar de esclarecer lo ocurrido. Ya en la mañana de este miércoles,

. Gracias a vehículos todoterreno y cintas elásticas han podido remolcar la cruz y devolverla a la cima, a la espera de volver a ser soldada a su base, donde seguirá presidiendo este monte vasco.

La diócesis de Vitoria, encabezada por su obispo, Juan Carlos Elizalde, emitió un comunicado en el que expresó que “la Cruz es símbolo universal y perenne de perdón y de entrega de la vida. La Cruz fue el camino de Jesús hacia la victoria sobre la muerte, el odio y el pecado. Para los cristianos, Cristo rescató a la Humanidad entera de la oscuridad y del abismo.

El prelado denunció que “derribar una cruz colocada por nuestros ancestros, quienes, movidos por su devoción y su fe, quisieron que perdurase para las generaciones venideras, es querer derribar del corazón humano la sabiduría con que nuestros mayores han asumido las dificultades de la vida. Atacar una cruz es querer enterrar el amor entre semejantes para dejarnos huérfanos, enfrentados y sin capacidad de asumir nuestra pluralidad y nuestras diferencias”.

"La Cruz no está ligada a ninguna ideología política"

Ante las polémicas suscitadas sobre si la Cruz de Ganalto pertenecía al franquismo, el comunicado aclara que “no está ligada a ninguna ideología política pues la cruz pertenece a toda la Humanidad. Los vecinos de las localidades de la Sierra de Badaia colocaron en el año 1900 por primera vez una cruz donde esta ha sido atacada. Solamente desde la intolerancia, el odio y la violencia se puede responder de esta manera. Quienes por motivos ideológicos son incapaces de convivir y lo único que les mueve es querer borrar nuestra identidad y nuestra fe, deben recapacitar, ampliar su mentalidad y cambiar de conducta, pues la destrucción salvaje no tiene cabida en nuestra sociedad en pleno año 2022”.

Respeto y fraternidad

Por último el Obispado de Vitoria quiso mostrar su preocupación, a la vez que condenar esta agresión al símbolo más representativo del cristianismo. Elizalde apeló por "su reconstrucción lo antes posible, fomentando en las instituciones educativas, medios de comunicación, redes sociales y en las familias el respeto a las creencias religiosas, en este caso a las de parte del pueblo alavés, y llama al respeto y a la fraternidad entre personas dentro de la pluralidad”.