Omella recuerda una frase de Benedicto XVI ante el avance de la guerra: "Sus palabras adquieren relevancia"
El presidente de la CEE y arzobispo de Barcelona ha pedido seguir rezando "para que el don de la paz alcance a toda la familia humana"
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El card. Omella ha vuelto a mostrar su preocupación por el conflicto entre Rusia y Ucrania en una jornada donde los dos países volverán a retomar las negociaciones. Es la primera vez desde que comenzó la guerra que una ronda negociadora continúa durante tanto tiempo, y según ha dicho esta madrugada el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, la sensación es ahora de mayor realismo.
Sin embargo, el ejército ruso ha vuelto a bombardear este miércoles algunos barrios residenciales de Kiev, según el servicio estatal de Emergencia ucraniano, en unos ataques que han afectado al distrito de Shevchenko, donde al menos dos personas han resultado heridas. Los ataques en esa zona han provocado el colapso de un edificio residencial de 12 plantas y el derrumbe de otra construcción adyacente de 9 pisos.
El arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE ha querido recordar una frase del papa emérito, Benedicto XVI: “La Eucaristía es por su naturaleza un sacramento de paz”. El card. Omella ha insistido: “En estos tiempos de guerra, sus palabras adquieren especial relevancia. Rezamos para que el don de la paz alcance a toda la familia humana. #StopWarInUkraine”.
El Papa consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María
Este martes conocimos la noticia que el viernes 25 de marzo, el Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Será en la Basílica de San Pedro a las 17h, durante la Celebración de la Penitencia. El mismo día, esta consagración será realizada en Fátima por el cardenal Krajewski, limosnero del Papa, como enviado del Santo Padre.
En los últimos días, los obispos católicos de rito latino en Ucrania pidieron al obispo de Roma que consagre públicamente a ambos países al Inmaculado Corazón de María, como lo pidió la Virgen de Fátima en sus apariciones en 1917.
“¡Padre Santo! En estas horas de dolor inconmensurable y terrible prueba para nuestro pueblo, nosotros, los obispos de la Conferencia Episcopal de Ucrania, somos portavoces de la incesante y sentida oración, sostenida por nuestros sacerdotes y consagrados, que nos llega de todo el pueblo cristiano, para que Su Santidad dedique nuestra Patria y Rusia”, expresaban hace unos días los prelados en una carta.
Francisco realizó desde que comenzó la guerra varios llamamientos para que se detenga. En el último, el pasado domingo, tras el rezo del Ángelus exigió que se detenga "la masacre" perpetrada en Ucrania tras la invasión de Rusia y la consideró "una inaceptable agresión armada".
"Hermanos y hermanas, acabamos de rezar a la virgen María. Esta semana la ciudad que lleva su nombre, Mariúpol, se ha convertido en una ciudad mártir de una dura guerra que devasta Ucrania", afirmó el pontífice a los fieles desde la ventana del palacio apostólico. "Ante la barbarie del asesinato de niños, de inocentes y civiles indefensos, no hay razones estratégicas que valgan. Solo se debe cesar la inaceptable agresión armada antes de que reduzca las ciudades en cementerios", instó.