El papel que jugó la Iglesia en España durante la pandemia hace cinco años: “Para que no mueran solos”

La periodista Auxi Rueda cuenta en su libro 'Atrincherados' la labor de comunicación que se hizo desde las diócesis españolas


Redacción Religión

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Esta semana se cumplen cinco años del inicio del confinamiento que nos tuvo encerrados en casa más de tres meses por la pandemia de la Covid-19. Para conmemorar esos 100 días de confinamiento, la periodista y directora de comunicación del Obispado de Ávila, Auxi Rueda, presenta su libro 'Atrincherados, una pandemia que nos cambió la vida'.

La periodista ha explicado en 'Ecclesia al Día' el motivo por el que escribió este libro: “Es un diario personal en el que cuento cómo viví la pandemia en primera persona, pero en el que no busco que sea algo introspectivo, sino que pretendo que las personas que lo lean se sientan reflejadas en algo que vivimos todos”. “Todos tenemos muchas cosas en común en aquellos días encerrados, tanto personales como familiares”, apuntaba.

'Atrincherados' es un libro que profundiza en el papel que jugó la Iglesia y la comunicación de las diócesis durante aquellos meses de 2020: “En un momento en el que todo se encontraba cerrado, incluidas las Iglesias, ¿cómo podíamos decirle a la gente que tenían que seguir teniendo fe, pero que no iban a poder acudir a ningún sitio físico a rezar?”.

LA CERCANÍA DE LA IGLESIA

“Creo que se realizó un trabajo fundamental, al mostrar la cercanía de la Iglesia y reivindicar que los sacerdotes estaban allí en todo momento desde todas las diócesis”, comentaba Auxi Rueda, en un trabajo que iba desde la difusión de contenidos online como la adoración al Santísimo o del rosario, hasta la retransmisión de la Semana Santa, que fue lo más complejo porque no teníamos ni los medios ni los conocimientos suficientes para hacerlo”.

La periodista señalaba que “en aquel momento, lo más importante era dar un mensaje de esperanza en medio de la dificultad” y también consideraba que la bendición que realizó el Papa Francisco el 27 de marzo de 2020 en una Plaza de San Pedro completamente vacía fue clave porque “fue un momento en el que se demostró que la Iglesia iba a estar ahí y nos puso a todos en contacto con las personas que estaban en sus casas”.

“Utilizamos todas las herramientas a nuestro alcance para que nadie se sintiera solo en aquel momento”, ha dicho Auxi Rueda, que destacaba los dos verbos más usados durante la pandemia para referirse a su trabajo como directora de comunicación en la Diócesis de Ávila: 'estar' y 'contar'.

EL PAPEL DE LOS SACERDOTES

Por último, la periodista recordaba una conversación que mantuvo con un capellán que iba al hospital a acompañar a los enfermos durante la pandemia: “Yo le decía: «¡Ten cuidado! Que te estás exponiendo mucho y no puedes hacer nada». Y él me contestaba: «¿Que no puedo hacer nada? Por lo menos que no mueran solos, porque quien es creyente reza conmigo y quien no lo es por lo menos no está solo»”. “Esa labor de los sacerdotes era fundamental y pasó muy desapercibida”, concluía Rueda.