¿En qué punto se encuentra el proceso de beatificación del Padre Gago?: "Se logra si hay devoción”
COPE Valladolid ha repasado lo más destacado de la figura del sacerdote dominico cuando se cumplen 10 años de su muerte junto a personas que le conocieron en vida
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Una década no es tiempo, pero es toda una eternidad si es el espacio que nos separa de alguien imprescindible. Es lo que forjó, sin pretenderlo, el Padre José Luis Gago. El 22 de diciembre de 2022 se cumplen diez años de su muerte y, hoy, sigue muy presente la figura del dominico visionario de la comunicación que continúa dejando testimonio evangelizador más allá de la vida.
Y lo hace en pleno proceso de beatificación, iniciado en junio de 2021. Ese tiempo indeterminado que concluirá en la santidad, está revelando algunos de los aspectos más reservados del Padre Gago. Reservado no porque se ocultase, sino porque él no hablaba nunca de si mismo.
No era un hombre de titulares, era un hombre de grandes virtudes que se empeñaba en disimular, como ha afirmado José Antonio Calvo, presidente de la Comisión Histórica de la Causa: “Ocultaba sus virtudes, era un hombre espontáneo, abierto, pero no hablaba de sí mismo, sino de lo que vivía, de lo que hacía. Descubrimos en él una profundidad humana más interesante de lo que conocimos a través de la radio y de la información pública que teníamos”, ha indicado en declaraciones a COPE Valladolid.
“Era un hombre entregado, servicial, auténtico, limpio de cuerpo y espíritu"
Fue ejemplar en vida, referente de humanidad, ayudaba sin ser visto, y fue un referente de las virtudes del cristianismo. Un hombre auténtico e inagotable como decía Mauricio, párroco en Valladolid y amigo personal del Padre Gago: “Era un hombre entregado, servicial, auténtico, limpio de cuerpo y espíritu, con una capacidad de entrega fuera de lo común. Era un hombre coherente con su forma de ser y de actuar. Al mismo tiempo era un hombre que valoraba mucho la amistad”, ha puntualizado.
Fue un pilar clave en el nacimiento de COPE. Siendo director general atrajo a las grandes estrellas de la radio. Pero no solo enseñó a hacer radio, fue un maestro espiritual, por su sencillez y humildad. Cosechó grandes logros como gestor, pero su huella permanece por la manera en la que eligió ser. El éxito no le apartó del camino de la bondad y de la sencillez.
Un sacerdote intemporal que amaba y al que siempre le acompañaba la armonía, como ha hecho hincapié el arzobispo de Valladolid, Luis Arguello: “La belleza se manifestada en los rasgos de lo cotidiano y también en alguna de sus no solo aficiones, sino algo más que una afición como era la música. Desde su amor a la música, una capacidad de valorar la importancia de armonizar”.
“El proceso de beatificación avanzará porque existan pruebas de esa santidad"
La cercanía que mostraba se complementaba con una vida personal plena, como retrataba su sobrino Raúl Posadas, uno de los responsables de esta causa abierta: “Cuando se habla del Padre Gago se piensa en la figura de la radio, del periodista, el dominico, un hombre de Iglesia, pero en las distancias cortas era una persona que irradiaba una alegría y un sentido del humor desbordantes. En las fiestas familiares le veías disfrazado de sevillana”, recordaba con gracia.
El papel del pueblo fiel es clave par continuar con el proceso, que se encuentra en manos de la diócesis de Valladolid tras la labor de los historiadores, entre los que se encuentra Javier Burrieza, profesor titular de Historia y especialista en historia de la Iglesia: “El proceso no va a avanzar porque terminemos el informe, sino porque existan pruebas de esa santidad y los milagros por su intercesión. Y eso se logra si hay devoción”, ha matizado.
Murió 22 diciembre tras larga enfermedad. En su ultimo aliento dijo con templanza: “No lloréis, todo gozo y alegría”. Todo un ejemplo de santidad.