El Rector del Santuario de los Nuevos Mártires de Butovo/Moscú, Kirill Kaleda, y otro representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa asistirán a la Beatificación del Año de la Fe
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El arcipreste de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Rvdo. Sr.D. Kirill Kaleda, Rector del Santuario de los Nuevos Mártires de Butovo/Moscú ha confirmado su asistencia a la Beatificación de los 522 mártires del siglo XX en España, que tendrá lugar en Tarragona el próximo 13 de octubre. Le acompaña el sacerdote Alexi Dikarev, oficial del Patriarcado de Moscú. Ambos han sido invitados por la Conferencia Episcopal Española.
Los mártires son grandes intercesores en el camino ecuménico que recorren la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa Rusa. Precisamente, la Iglesia Ortodoxa Rusa sufrió más que ninguna otra el martirio del siglo XX en Europa.
El Santuario de los Nuevos Mártires de Butovo/Moscú
Butovo va siendo conocido en el mundo. De lugar de sufrimiento y de muerte, ha pasado a ser un santuario de la victoria y de la vida. Allí, en medio de un bosque a las afueras de Moscú, fueron ejecutadas millares de víctimas por orden de Stalin, sobre todo en los años 1937 y 1938. En catorce meses fueron fusiladas 20.765 personas. Entre ellas, por su condición de cristianos, 7 obispos ortodoxos (uno de los cuales, el octogenario obispo de Leningrado, Serafín, canonizado en 1997) y unos 1.000 sacerdotes, monjes y laicos. De éstos, 322 han sido canonizados por la Iglesia Ortodoxa Rusa. Es un número significativo sobre el total de los nuevos mártires rusos canonizados hasta ahora, que son 1.100. Los obispos ortodoxos asesinados en la Rusia soviética rondan los 250 y los sacerdotes, monjes y clérigos pasan de los 200.000. Butovo puede ser considerado un símbolo de aquella persecución sin igual en la historia de la Iglesia.
En 1994 el vasto territorio, custodiado por una alta cerca construida por la KGB, fue entregado a la Iglesia. Por primera vez se abrieron las puertas y se inició la investigación documental y arqueológica oportuna. Fueron descubiertas 16 grandes fosas comunes de unos cien metros de largo cada una y cuatro de profundidad. Se construyó allí una pequeña iglesia de madera, gracias a la comunidad de fieles creada para el mantenimiento de Butovo.
Fuera del recinto cementerial también se entregó a la Iglesia un amplio terreno. El patriarca Alexis colocó allí el 15 de mayo de 2004 la primera piedra de un santuario dedicado a los nuevos mártires, que fue consagrado por el mismo patriarca el 30 de octubre de 2007.
El hermoso templo es obra del arquitecto Andrei Sergeevich Tutunov, cuyos dos abuelos perecieron en el Gulag. La iglesia se eleva hacia el cielo con cinco agujas-cúpulas, que evocan la forma de la cruz, símbolo de lo acontecido en aquel lugar. Cruz gloriosa: las dos plantas de la iglesia lo ponen también de manifiesto. En la cripta se guardan recuerdos de los mártires, que representan su muerte; la planta alta, bañada por la luz y por los colores de los frescos de los mártires que cubren todo el interior, representa la resurrección gloriosa.
El arcipreste Kirill Kaleda
Kirill Kaleda fue el encargado de coordinar el proyecto de Butovo desde 1994. Nacido en 1958, geólogo de formación, fue ordenado sacerdote y nombrado párroco y rector de Butovo en 1998. Su abuelo paterno, Vladimir Ambartsumov, también sacerdote ortodoxo, fue fusilado en Butovo en 1937 y es uno de los mártires ya canonizados Viene por primera vez a España, aunque en su juventud había pasado en barco por el estrecho de Gibraltar en una expedición geológica con rumbo a Chipre.
Más información:
Sitio de Butovo: www.martyr.ru
A. Roccucci, El siglo del martirio. Persecuciones religiosas y modernidad en la Europa del siglo XX, en: Mª Encarnación González Rodríguez (Ed.), El siglo de los mártires. Aproximación al contexto histórico de los años treinta del siglo XX en España, Edice, Madrid 2013.