El recuerdo de Nicolás Álvarez, rector de la Universidad San Dámaso, al ver a los católicos unidos en oración por el Papa Francisco: "Era impresionante"
Nicolás Álvarez de las Asturias ha destacado en 'Ecclesia al día' la importancia de la oración cuando el Padre común de todos los católicos lo necesita: "Somos capaces de abrir nuestro corazón a la acción de Dios”

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Desde inicios de esta semana se concentran cientos de personas en la Plaza de San Pedro del Vaticano para rezar el Rosario por la salud del Papa Francisco, hospitalizado desde el pasado 14 de febrero por una bronquitis que ha derivado en neumonía bilateral.
De esta manera, se da cumplimiento a la famosa coletilla con la que el Pontífice argentino culmina cada mensaje o discurso “no dejen de rezar por mí”.
En cualquier caso, la unidad en oración por la enfermedad de un Papa no es nueva como ha recordado en 'Ecclesia al día' el rector de la Universidad de San Dámaso, Nicolás Álvarez de las Asturias, quien subraya que la oración “es una de las claras manifestaciones de que la Iglesia se entiende como una familia que tiene como Padre a Dios, que está siempre presente en nuestras vidas, y cuando tenemos una alegría se la agradecemos, cuanto tenemos una preocupación nos ponemos en relación con Él y cuando estamos pendientes para acompañar al Santo Padre en momentos de debilidad nos surge de forma espontánea juntarnos para rezar”, ha resumido.

Las imágenes de San Pedro recuerdan a las que se vivió con Juan pablo ii y benedicto xvi
Las imágenes vistas en San Pedro en los últimos días con el rezo del Rosario, y que seguirán convocándose hasta la recuperación de Jorge Mario Bergoglio, recuerdan a las que se producían en los últimos días de vida de Juan Pablo II y, en menor medida, de Benedicto XVI: “Desde que hay medios de comunicación social y todos los continentes pueden enterarse de lo que sucede se convierte en una expresión de la catolicidad de la Iglesia, se reza en San Pedro y en la última capilla del lugar más remoto, porque todos nos sentimos profundamente unidos”, ha sostenido Álvarez de las Asturias.
Si bien es cierto que a veces puede dar la sensación de que los católicos “se acuerden de Santa Bárbara cuando truena” como dice el refrán, el rector de la Universidad de San Dámaso recalca que para los católicos “truena casi siempre”, pero indica que esta unidad mundial en la oración se da en contadas ocasiones, como “en una catástrofe natural, una guerra que estalla como en Tierra Santa o Ucrania, o cuando es por el Padre común de todos los cristianos”.
La pandemia obligó a los católicos unirse en oración con el Papa francisco desde casa
Nicolás Álvarez de las Asturias ha recordado también un momento muy emotivo de oración conjunta de todos los cristianos durante la pandemia del coronavirus, cuando Francisco impartió la Bendición 'Urbi et Orbi' en una Plaza de San Pedro completamente vacía y lluviosa.

“Era impresionante ver al Papa ante la plaza vacía y todos conectados desde sus casas rezando. Y no lo hemos visto, pero está escrito que la primera vez que un Papa tiene un problema, que es San Pedro cuando lo meten en la cárcel, lo que dicen 'Los Hechos de los Apóstoles' es que la Iglesia en Jerusalén reunida rezaba por Él. Es una constante”, ha puntualizado.
Cuestionado por la petición de Francisco a que el Pueblo de Dios “rece por mí”, el rector de San Dámaso precisa que de esta manera el Pontífice argentino “pone de manifiesto la conciencia viva de que Dios actúa en el mundo y en los corazones de los hombres, y su predecesor Benedicto XVI decía que la oración es el modo en el que los hombres somos capaces de abrir nuestro corazón a la acción de Dios”.