El Sagrado Corazón Chamartín se vuelca en la acogida a niños ucranianos: "Es el mejor ejemplo que podemos dar"
Este colegio madrileño se ha involucrado para que la acogida sea la mejor posible y, en medio de las dificultades, los alumnos ucranianos están sintiendo el calor de todo el centro
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El colegio Sagrado Corazón Chamartín en Madrid, perteneciente a la Fundación Sofía Barata, ha acogido durante esta semana a los primeros alumnos que vienen de Ucrania. Una acogida fundamental para los niños que necesitan, antes que todo, volver a tener una vida que se parezca lo más posible a la que tenían en su país. Algo muy difícil que los alumnos del colegio están intentando acogiéndolos de la mejor manera posible.
Carolina Gonzalo Irigoyen, directora del colegio, ha hablado con ECCLESIA para explicar cómo está yendo la acogida en el centro. “Al tener plaza hemos podido escolarizar la familia que lo había pedido […] nos pareció que era lo que teníamos que hacer”, nos cuenta la directora.
Entre la alegría general hay también obvias dificultades: “No sabemos a día de hoy si nos van a poner un aula de enlace para el idioma porque son niños que no hablan español y lo están pasando regular. Les hemos tenido que dejar una tablet para que tengan el traductor de Google y distintas cosas que a nivel de colegio podemos hacer, pero esperamos recibir algún recurso para poderles atender bien porque necesitan sobre todo el idioma”.
En las próximas semanas, asegura la directora, van a llegar más niños: “Sabemos que varias familias del colegio han pedido acoger, pero todavía no tenemos más noticias. Supongo estarán a la espera”.
Todo el colegio se ha involucrado para que la acogida sea la mejor: “Los niños y las familias fenomenal, se han volcado todos. Se hizo una recogida de uniformes para que los tuvieran todos y los chavales están acompañándoles a todas partes, intentando entenderse con ellos. La acogida ha sido buenísima, la verdad”.
La directora admite que la situación no es fácil para las familias: “Están muy tocadas, han estado 7 días en un autobús y llevan 4 días en España. Muchas familias están separadas y te da mucha tristeza toda esta historia”.
Para el futuro, la directora lo tiene muy claro: “Queremos acoger a todos los que podamos y desde luego esperar darles la mejor respuesta posible porque creo que es nuestra labor humana y el mejor ejemplo que podemos dar a nuestros alumnos: echar una mano a toda esta gente en el momento que más lo necesitan”.