Santa Teresita del Niño Jesús: su vida "fue una batalla" y su corazón "vibrante y misionero"

A pesar del diminutivo cariñoso con el que muchas veces nos referimos a ella, Santa Teresa del Niño Jesús fue una santa excepcional: “la gran santa de los tiempos modernos” la llegó a llamar el papa Pío XI. ¿Tiene actualidad su “caminito” espiritual? ¿Por qué conviene volver a él una y otra vez? ¿Y qué es lo esencial de su mensaje?

El Papa Francisco anunció que en el 150 aniversario de su nacimiento le dedicaría una Carta Apostólica: “Es patrona de las misiones, pero nunca estuvo en misión. Era una monja carmelita y su vida estuvo bajo el signo de la pequeñez y la debilidad: ella misma se definía “un pequeño grano de arena”. De salud frágil murió con tan solo 24 años. Pero, aunque su cuerpo estaba enfermo, su corazón era vibrante, misionero"

“La doctrina de Teresa de Lisieux no es un sistema teológico de ideas trabadas que se siguen unas de otras. Es una visión elemental y de una pieza. Es importante exponer esa visión, pero más importante es participar de su fuerza originaria.

Historia de una misión

La Fundación Maior propone un Seminario para conocer a esta gran santa a partir del libro Historia de una misión, del teólogo del s. XX Hans Urs von Balthasar, que juega con el título de su conocida obra Historia de un alma. Comenzando 21 de octubre (sesiones un sábado al mes) y pudiendo ser seguido de manera presencial (en Madrid) u online, estará dirigido por Ricardo Aldana, S. de J.

Dirigido a jóvenes y adultos, religiosos y laicos. Mucha gente conocemos a Santa Teresa de Lisieux, ¿pero conocemos con profundidad su mensaje, la novedad que aportó a la Iglesia?

Aunque al pensar en ella rememoremos imágenes como las rosas, un niño en brazos de su padre, la suavidad de su caminito de la infancia espiritual, su vida fue una batalla, que ella comparaba frecuentemente con las batallas de su amiga Juana de Arco. Pero los combates de Teresa eran a su modo más difíciles que los de Juana. “Teresa lucha con la espada del espíritu contra la falta de espíritu, con la espada de la verdad contra las filas impenetrables de la mentira que, inquietantes e indiscernibles, desde cerca y desde lejos, la cercan por todas partes. Con la impotencia de la tierna raicilla, pugna por abrirse paso a través de la dura roca y termina finalmente por resquebrajarla”.